Cuando los niños se convierten en rehenes de la violencia

Cecodap advierte que han aumentado los ataques mortales contra niños

Carlos D’Hoy/EU

La noche del domingo 7 de mayo los pequeños Abraham Moisés Clemente Pérez (6), quien sufría de parálisis cerebral, Aarón José Salazar Clemente (3) y Arantza Saraí Salazar Clemente (2) cenaron y se acostaron a ver televisión junto a su mamá Yuliana Clemente, al rato se quedaron dormidos. Ya el día terminaba y a pocos minutos de las 12:00 Yuliana se levantó a apagar el televisor cuando escuchó algo inusual: pasos corriendo por lo que se asomó por la ventana y recibió en la cara un baño de gasolina, se alejó del lugar sorprendida y con los ojos ardiendo, de pronto sintió el calor del fuego y los gritos de sus hijos, intentó socorrerlos, pero no pudo acercarse y comenzó a quemarse.

A la familia la habían encerrado en la pequeña habitación sin que se dieran cuenta, al extremo fue necesario derribar la puerta para rescatarlos.
Una vez que los vecinos tumbaron la puerta y la socorrieron, logró sacar a la niña, los otros dos menores fueron rescatados por los vecinos minutos después.

Los tres niños murieron el lunes debido a las quemaduras que sufrieron durante el ataque, que fue perpetrado por una persona que mantenía una relación sentimental con la abuela de Yuliana Clemente y quien se había obsesionado con la joven madre.

En el centro de la tormenta

Estas víctimas se suman a la larga lista de pequeños que han resultado muertos como consecuencia de la denominada violencia familiar o que sufren las consecuencias de los problemas que tenían sus padres.

De acuerdo con datos manejados por Cecodap el año 2016 un total de 480 niños fueron víctimas de violencia familiar de ellos 108 fallecieron como consecuencia de esa violencia.

Fernando Pereira directivo de Cecodap señala al respecto que desde hace tiempo han alertado sobre la utilización de los niños como objeto de la venganza contra la pareja.

«Antes había como una frontera, límites morales que aun en los casos de violencia servían de una especie de muro de contención moral que protegía a los niños, pero ahora vemos como los casos de asesinatos de niños por venganza ocurren cada vez con más frecuencia, hecho que nos genera mucha preocupación».

Asegura que la situación de riesgo de los niños se complica, cuando se observa la tendencia que hay en organismos oficiales a no responder las denuncias de amenaza, ya que las consideran poco relevantes, «tenemos casos en los que no se recibe la denuncia hasta que se materializa la agresión física, le dicen a las víctimas de amenazas que la agresión verbal no es motivo de preocupación, y con eso le dan luz verde a los agresores y terminan ocurriendo desenlaces trágicos que pudieron prevenirse con una intervención a tiempo».

Finalmente dijo que cerca del 75% de las víctimas de la violencia familiar son menores de seis años, los más pequeños se convierten en las víctimas ideales debido a que no pueden defenderse de los ataques que les hacen los adultos, al final son 81 niños asesinados de los 108 muertos por causa de la violencia en el hogar en 2016″.