Tres detonaciones se escucharon esa noche del lunes 16 de octubre en el sector El Rosario de Las Minas de Baruta, situado en el municipio Baruta del estado Miranda.
Los vecinos pensaron en sus hijos que se encontraban en la calle y estaban con el corazón acelerado. Luego un grito se escuchó en el ambiente y dejó sin habla a más de uno. Los más valiente se acercaron al lugar para ver qué ocurría y encontraron el cadáver ensangrentado de Ossman Johan García Yépez (25) a quien todavía le faltaba por culminar una carrera universitaria.
Esa noche Ossman salió de su casa en el sector y se dirigía al gimnasio, a donde siempre acudía. Durante la caminata hablaba por teléfono con su padrastro. Le decía que llegaría temprano a casa y que por favor le guardara la cena, luego fue interrumpido de forma sorpresiva. Era algo que no se lo esperaba y menos con los años que tenía viviendo en aquel sector.
Dos sujetos se le acercaron y le exigieron que entregara su teléfono inteligente, mientras lo apuntaban con un arma de fuego.
Ossman rechazó aquella exigencia comenzó a discutir con sus atacantes. Se negaba a entregar el teléfono que le había costado adquirir. Luego de momentos de tensión los criminales le propinaron tres disparos en el pecho al joven y huyeron del lugar a un destino desconocido.
El cadáver ensangrentado de Ossman quedó en el pavimento y en su axila izquierda se encontraba el teléfono celular, por el que lo habían asesinado.
El joven era estudiante de Comunicación Social en la Universidad Santa María. Cleo Velasco, adjunta a la directiva de la escuela de Comunicación Social de la mencionada casa de estudio, contó a El Cooperante que Ossman se había inscrito con ella el 9 de octubre para cursar el quinto semestre de la carrera.
Asombrada y adolorida por el asesinato del joven contó que era “muy respetuoso y un buen alumno. Recuerdo que cuando lo inscribí me trajo un chocolate. No puede ser que acaben con la vida de un joven que quiere echar para adelante y menos que lo maten de esa manera”.
Ossman tenía un futuro prometedor en su carrera universitaria y como gerente en la tienda Zara, del centro comercial Tolón, en Las Mercedes, donde laboraba.
El Cooperante