El 19 de marzo se reseñó la última aparición de sus secuaces durante un frustrado ataque a un comando de la Guardia Nacional en El Paraíso. Ese día se registró un tiroteo durante varias horas, en el que falleció la vecina Deisy Rivas debido a una bala perdida.
El último ataque en el que la banda del Coqui mostró su poderío sobre uniformados policiales y militares que resguardan la capital del país ocurrió el 19 de marzo, cuando integrantes de esta organización criminal descendieron de su guarida, en la Cota 905, para atacar un comando de la Guardia Nacional Bolivariana ubicada en El Paraíso, con el objetivo de apropiarse de material militar que allí reposa.
En varios videos y fotografías difundidas en redes sociales por vecinos de El Paraíso y conductores que se quedaron atrapados en los túneles donde los delincuentes instalaron alcabalas, se les vio disparando con armas de diferentes calibres. Deisy Coromoto Rivas Castro, de 55 años, vecina del edificio City Park, recibió un disparo en el abdomen -producto de una bala perdida- que le ocasionó la muerte.
El enfrentamiento armado se extendió durante la tarde y parte de la noche de ese 19 de marzo. Hasta la fecha ningún vocero del Gobierno se ha pronunciado ante este acto de violencia que paralizó por un día la capital del país.
Testimonios de los propios funcionarios de diferentes cuerpos policiales, incluyendo a efectivos de las Fuerzas Acciones Especiales (Faes), organismo señalado por instancias internacionales de protagonizar represiones de toda índole en el país, hablan de la prohibición de despliegues o cualquier tipo de operativo que sobrepase los límites donde impera «el Coqui».
Los funcionarios han respondido mayormente cuando efectivos han sido emboscados por la banda delictiva en zonas adyacentes a la Cota 905, últimamente en El Paraíso. Algunos indican que existe una prohibición de organizar un despliegue mayor para lograr la captura del «Coqui».
A continuación dejamos unas claves de los nuevos movimientos ejecutados por Carlos Luis Revete, alias el Coqui, quien este 2021 cumplirá 40 años. Las evidencias fueron aportadas por grupos de vecinos que decidieron contar a El Pitazo lo que viven estando cerca de esta banda criminal
1. A inicios de febrero, vecinos de El Cementerio denunciaron a El Pitazo que drones propiedad del Coqui sobrevolaban su comunidad, lo cual consideran un método de vigilancia por parte de los delincuentes que forman parte de esta banda.
2. «El Coqui» y sus secuaces acostumbran a exhibir mesas con todo tipo de drogas y armas en la Cota 905 para atraer seguidores y a la vez para demostrar superioridad y poderío a quien pretenda ir en su contra.
3. Alrededor de 200 jóvenes nacidos y criados en la Cota 905 (entre ellos adolescentes y mujeres) reciben un pago semanal en dólares por vigilar en garitas la entrada y salida de las personas, así como la latente intervención de algún organismo de seguridad.
4. Otra de sus fuentes de ingreso es el secuestro. En febrero, una fuente reveló a El Pitazo que «el Coqui» mantuvo secuestrado al hijo del propietario de una reconocida heladería, panadería y bodegón de Caracas, a quien exigieron varios miles de dólares para liberar al joven. Sin embargo, la intervención del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) logró la liberación sin que se efectuara el pago.
5. Hampones del «Coqui» suelen instalar alcabalas por las noches cerca de los túneles de El Paraíso y La Planicie para atracar a policías, a quienes les roban sus armas de reglamentos y motocicletas.
6. A pesar de que figura como uno de los delincuentes más buscados en todo el país desde la consolidación de su banda en 2017, no se ha desarrollado ningún operativo de envergadura para lograr su captura.
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