Una venezolana de nombre Erika Ortiz fue asesinada en Perú, y su cuerpo se halló dentro de una maleta, después de que la secuestraran unos antisociales, presuntos miembros del Tren de Aragua, en un hecho que ocurrió en días recientes.
Según la descripción de la criolla, tenía cabello rojo y varios tatuajes. Tales rasgos resultaron fundamentales para que las autoridades siguieran su rastro, luego de que la atacaran a balazos antes de que la raptaran.
Un mototaxista, el cual trasladaba a la venezolana al momento del secuestro, dio su testimonio del hecho, debido a que sería la última persona que la vio. Narró que la mujer abordó su vehículo en la zona de Gorro y le solicitó que la llevara a una tienda.
Imágenes a las que accedieron las autoridades mostraron a la joven descendiendo del vehículo. Ese día vestía con minifalda y chaqueta, mientras su estatura era de 1.60 metros aproximadamente.
Tras ingresar a la tienda, la víctima hizo algunas compras, pagó con su celular, escribió algunos mensajes e hizo una breve llamada antes de marcharse del sitio.
ATACADA A LAS POCAS CUADRAS
Sin embargo, a los pocos minutos y a escasas cuadras del sitio a donde se dirigía la venezolana, cuatro sujetos armados atacaron el mototaxi. Al bajarse de motocicletas, desataron una balacera, haciendo que el conductor huyera y dejara el vehículo. Fue allí cuando los criminales aprovecharon para secuestrarla.
A partir de allí no se supo más nada de la venezolana, hasta que hallaron su cuerpo sin vida dentro de una maleta.
De acuerdo con TV Azteca, por ahora las autoridades manejan la hipótesis de que la criolla era víctima de una red de trata de personas, que capta principalmente a extranjeras.
POLICÍAS SOSPECHAN DE MIEMBROS DEL TREN DE ARAGUA
La Policía no descarta que Érika Ortiz intentara escapar de una banda criminal organizada, y las pistas señalarían al Tren de Aragua.
Según sospechas de los investigadores, el objetivo de los delincuentes era claro habían puesto sus ojos en Érika desde que la captaron con engaños para explotarla sexualmente.
El Tren de Aragua, uno de los grupos delictivos más activos en Latinoamérica, tiene un control absoluto sobre diversas actividades ilícitas, como la trata de personas, en varios países de la región.
La organización criminal, originaria de Venezuela, se ha expandido rápidamente, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de las migrantes, especialmente mujeres que buscan mejores oportunidades en el extranjero como era el caso de Erika.