Tras casi un mes de intensas averiguaciones, funcionarios de la Policía Científica con sede en Maturín, en Monagas, practicaron la detención del asesino de la periodista Marlin del Valle Goitía Muchati, de 29 años de edad, hecho ocurrido el pasado 16 de mayo en el sector Santa Inés, parroquia San Simón de la referida localidad.
En esa fecha el cuerpo de la dama fue localizado dentro de su domicilio estrangulado y atado de pies y manos, en avanzado estado de descomposición. Las puertas y las ventanas de la casa no fueron violentadas lo que sugirió a los investigadores que el homicida era cercano a Marlin del Valle.
Fue identificado como Yilso Javier López, de 28 años de edad. Al momento de su detención tenía en su poder el teléfono celular de la periodista y una camioneta Ford, modelo Sport Wagon, placas MEE-26C, que también era propiedad de la infortunada víctima.
Con la captura de este criminal las autoridades del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) resolvieron en menos de un mes el homicidio de Marlin del Valle Goitía Muchati, informó este miércoles a través de su cuenta en Instagram el comisario Douglas Rico, director general de este organismo.
En la publicación el comisario detalla que el pasado 16 de mayo la periodista fue sometida por varias personas en el interior de su residencia y que tras ser asesinada por Yilso Javier López se llevaron muchos objetos de valor de la dama por lo que el móvil del homicidio finalmente fue el robo.
“Yilso Javier López figura como amigo de Bárbara Michelle Accardi Liccioni, sobrina del autor intelectual del hecho y su novio, Dervis José Padilla Hernández, ambos aún por detener los cuales ejecutaron el hecho con la intención de apoderarse de las pertenencias de la víctima y huyeron del lugar”, explicó el alto funcionario en su publicación.
Rico resaltó que las investigaciones de este caso se mantendrán ya que aún falta por determinar la ubicación de una amiga de la periodista y su presunta participación en el homicidio, puesto que esta persona conocía muy bien a la víctima y además sabía de los objetos de valor que tenía.