Elizabeth Monasterios se mudó con su pareja a Colombia hace más de un año, aunque la joven confesó a su familia que terminaría con él.
El caso de Elizabeth Monasterios, de 17 años, ha causado conmoción a nivel internacional, pues su novio Félix Gabriel Villegas, de 29 años, acabó con su vida violentamente.
La Policía Metropolitana de Cúcuta, Colombia, encontró el cuerpo de la joven dentro su residencia, el pasado 1 de septiembre.
De acuerdo con los primeros reportes, la muerte de Elizabeth, de origen venezolano, habría sido por asfixia mecánica.
Asimismo, se dio a conocer que los oficiales encontraron hematomas en varias partes de su cuerpo.
Óscar Moreno, comandante de la Policía, dio algunos detalles sobre la pareja a la prensa.
Según Moreno, la pareja vivía junta desde hace un tiempo en el sector de Prados del Este.
Asimismo, el comandante dio a conocer que Elizabeth Monasterios y Félix Gabriel Villegas trabajan juntos como modelos webcam.
Sobre el crimen, en las primeras investigaciones se obtuvieron videos de las cámaras de seguridad del conjunto residencial donde vivían.
En dichas imágenes se observa a Villegas salir del edificio luego de, se presume, haber cometido el feminicidio.
Novio confesó el crimen a un amigo
De acuerdo con la prensa local, el hecho ocurrió el pasado miércoles por la mañana.
Asimismo, se informó que, minutos después de salir del edificio, Villegas se comunicó con un conocido para contarle todo.
Aparentemente, a quien llamó el presunto feminicida fue a su vecino, a quien incluso ‘le pidió perdón’.
El cuerpo de Elizabeth Monasterios fue trasladado hasta medicina legal en la capital del Norte de Santander.
Según la prensa local, se trata del segundo femicidio registrado en menos de 24 horas en la frontera entre Venezuela y Colombia.
Días atrás, una mujer fue asesinada por su padre en la trocha La Ramona.
Se trata de Ruth María Lasso Ahumada, quien recibió múltiples puñaladas por parte de David Lasso Sabala, quien está prófugo.
Poco antes de morir, Ruth María denunció que sufrió maltratos y amenazas por parte de su progenitor.
Lo que más causó conmoción es que el padre de Ruth también era su pareja; incluso tenían una hija.
Las conversaciones de denuncia quedaron grabadas en audios que Ruth le enviaba a su tía, a quien le pidió que resguardara a la hija menor de ambos.