Con su propia Beretta 9 milímetros, tres sicarios contratados por su hijo Santiago GiovanniAllio Torres, alias “Brunito”, de 27 años, asesinaron al empresario ítalo-venezolano Bruno Allio Bonetto, de 59 años.
Detectives adscritos al Eje de Homicidio del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) resolvieron en menos de 12 horas el crimen del comerciante asesinado de un balazo en la cabeza, la mañana del pasado viernes.
Santiago Giovanni fue el autor intelectual del crimen. Adolfo Hernández, de 23, amigo de “Brunito”; Daniel José Mondoy, de 18 años y otro menor de edad que se encuentra prófugo, fueron los autores materiales. Se conoció que Santiago habría cancelado a los ejecutores del homicidio la suma de 1 millón de bolívares por la cabeza de su padre.
El jueves ya se había planificado el accionar de los sicarios para poder “raptar” a Bruno y darle muerte, con todo y que un día antes su padre le regaló un vehículo deportivo valorado en 40.000 dólares. Santiago sacó de la residencia, en el edificio Murano, la Beretta calibre 9 milímetros propiedad de su progenitor. El joven se la entregó a los homicidas y los dejó dentro de la Cherokee de su padre, mientras él salía de la propiedad en su Ford F-150, roja, para no levantar sospechas. En las cámaras de seguridad de los edificios, los minutos de fuga de los homicidas quedaron registrados. A uno de los hampones se le caía la pistola que introdujo en sus pantalones. Santiago aguardaba en la esquina. Allí montó a los sicarios y huyó del lugar.
Durante la noche del jueves, en distintos allanamientos se logró ubicar a Daniel Mondoy, el ejecutor del crimen, quien abrió fuego a las autoridades y resultó lesionado. Luego de ser asistido quedó detenido detrás de los barrotes junto a sus compinches.
En la zona, los vecinos sabían quién andaba desplazándose. Un vehículo de alto cilindraje con el sonido de un motor particular, bajos que retumban, y vidrios vaporizados. Era Santiago, alias “Brunito”, quien salía tarde de las discotecas y llegaba con estridencia a la residencia.
Fuentes ligadas al caso mani estan que el autor intelectual del hecho te nía todo a sus pies, pero que ya había amenazado a su padre con matarlo si este llegaba a tener otro hijo. “No estaba dispuesto a compartir su dinero con nadie. Si se casaba y Bruno quería tener otro heredero, ‘Brunito’ no lo iba a permitir. Le dijo a su padre que lo iba a matar. Es muy consentido”, declaró una fuente cercana a la familia, quien prefirió mantenerse en l anonimato. Extraoficialmente se dio a conocer que dentro de unas semanas Bruno y una reconocida fiscal del estado contraerían nupcias, lo que despertó el instinto asesino en “Brunito”, quien se rehusaba a compartir la jugosa fortuna de su padre. Y prefirió matarlo.
Versión final