Lo que hizo no tiene perdón: le arrebató la vida a puñaladas a su propio padre. La ambición lo llevó a cometer esta atrocidad.
A Eduardo José Silva Azuaje se le cayó la coartada que había planeado para poder cobrar la herencia de su progenitor.
Detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) lo desenmascararon y no le quedó más que aceptar su culpa.
El despreciable suceso ocurrió la madrugada del miércoles dentro de la residencia que ambos compartían, signada con el número 109, ubicada en la avenida Bolívar, perteneciente a la población de San Francisco de Asís, en el estado Aragua.
Silva Azuaje le asestó cinco puñaladas en el pecho a su padre, Osvaldo José Silva Vargas, de 70 años, y luego lanzó el cadáver a un tanque subterráneo lleno de agua.
El desalmado hombre procedió a escribir una carta (simulación de un hecho), en donde describía que su padre se había suicidado porque estaba deprimido debido a los problemas que acarreaba la situación del país. Colocó el escrito a orillas del tanque.
Se dirigió al eje de homicidios de Villa de Cura y, mostrándose destrozado del dolor, le contó a los funcionarios que el septuagenario había decidido quitarse la vida por tales circunstancias.
Una comisión policial se trasladó hasta el lugar del supuesto suicidio. Una vez en el sitio, extrajeron el cadáver del anciano, y lograron apreciar las cinco heridas punzo penetrantes. Evidentemente las alarmas se encendieron y Silva Azuaje fue detenido inmediatamente.
El caso fue notificado a la Fiscalía 14º del Ministerio Público, y se ordenó al detenido a una prueba grafotécnica para corroborar si estaba mintiendo o diciendo la verdad, así como también se analizaron otros elementos.
Los resultados de la investigación determinaron que el hijo habría asesinado a su padre e inmediatamente fue sometido a intensos interrogatorios.
Eduardo Silva entró en contradicción y no le quedó otra alternativa que asumir su autoría material. Su máscara se cayó y ahora será presentado en las próximas horas ante un tribunal del circuito judicial del estado Aragua.
Los detectives agregaron que lo había hecho porque quería quedarse con la herencia de su padre.
Por el delito de parricidio, el hombre podría enfrentar una condena de entre 18 y 25 años de prisión, según indicó una fuente policial.