Los sicarios se desplazaban en una motocicleta y lo abordaron. Manaure reconoció las intenciones de los dos hombres y no le dio tiempo de huir. El parrillero no medió palabra alguna y desenfundó su arma de fuego en contra del joven. Más de siete impactos de balas terminaron con su vida de forma inmediata
Crisbelis María Salas/La Verdad
Los verdugos de Francisco José Manaure Arteaga, de 24 años, lo visualizaron cuando caminaba en plena avenida Intercomunal de Cabimas, sector R-5, de la parroquia La Rosa, en Cabimas, a las 4.30 de la tarde del domingo.
Los sicarios se desplazaban en una motocicleta y lo abordaron. Manaure reconoció las intenciones de los dos hombres y no le dio tiempo de huir. El parrillero no medió palabra alguna y desenfundó su arma de fuego en contra del joven. Más de siete impactos de balas terminaron con su vida de forma inmediata.
Testigos del hecho indicaron a la Policía, quienes acudieron para resguardar la escena del crimen, que los dos homicidas huyeron del lugar sin dejar rastros. La víctima se desempeñaba como mototaxista y era el segundo de cinco hermanos. Residía cerca de donde lo asesinaron. Funcionarios del Eje de Homicidios de la Policía científica, con base en Cabimas, manejan como móvil el ajuste de cuentas sin descartar otras hipótesis.
El cadáver lo llevaron hasta la morgue del Hospital Adolfo D’ Empaire, en Cabimas. Los familiares se mostraron herméticos, desconocen los motivos que conllevaron a la muerte de su pariente.