Unos vecinos contaron a la Policía que a las 4.00 de la madrugada de ayer, Solarte regresaba a su hogar, luego de beber con unos amigos, cuando un grupo de delincuentes lo interceptó. Los antisociales lo golpearon varias veces y en el suelo lo remataron con palos y tubos. Sus agresores dejaron su cara y extremidades superiores cubierta de moretones
El cadáver de Ciro Ángel Solarte Abreu, de 37 años, lo dejaron tirado en el callejón de una casa en construcción del barrio San José. Los vecinos lo reconocieron, pues vivía diagonal a donde estaba el cuerpo.
La noticia sobre el hallazgo no tardó en regarse por todo el barrio. Los que se acercaba a la calle 92B con avenida 39 para corroborar la identidad del muerto, murmuraban que se trataba del «Papa». El cuerpo lo dejaron boca arriba y con sangre en la cara. Al parecer murió luego de sostener una pelea con un grupo de hombres.
Unos vecinos contaron a la Policía que a las 4.00 de la madrugada de ayer, Solarte regresaba a su hogar, luego de beber con unos amigos, cuando un grupo de delincuentes lo interceptó. Los antisociales lo golpearon varias veces y en el suelo lo remataron con palos y tubos. Sus agresores dejaron su cara y extremidades superiores cubierta de moretones.
Los homicidas arrastraron su cuerpo, lo desnudaron y lo dejaron en un callejón que divide a la vivienda en construcción y una cauchera. Los testigos se alejaron de los asaltantes y cuando huyeron notificaron el hecho a la Policía.
La comisión de la Policía científica realizó las experticias a las 7.00 de la mañana. Los testigos indicaron que desconocían de dónde eran los delincuentes que mataron a su amigo. Aseguraron que Solarte vendía frutas en el centro de la ciudad y no sabían las razones que motivaron su homicidio.
Los que presenciaron el crimen lograron detallar a varios de los homicidas, por lo que brindaron una descripción de los mismos. La Policía está tras su pista.
José Antonio González / La Verdad