El caso del sacerdote español Iván Merino ha generado un sinfín de incógnitas con respecto al consentimiento de los padres de la víctima, una niña de 12 años, que era abusada por el hombre desde hace más de un año.
Vecinos de la menor de edad aseguraron a Panorama que sospechaban la “relación” que mantenían el sacerdote y la niña. Contaron que lo veían frecuentar a diario la vivienda de la familia y mantenía un trato “muy familiar con su mamá”.
“Pasaba un rato allí y en horas de la tarde se marchaba con ella. Regresaban a altas horas de la noche; más o menos entre 11:00 y 11:30 de la noche”, contaron.
Mencionaron que la menor se veía constantemente con ropa nueva, como tacones, blusas y pantalones. “Hasta carteras”.
Por su parte, un feligrés de la iglesia María Inmaculada comentó a Noticia al Día que entre ambos había mucha cercanía.
“Ella le pedía a cada rato su teléfono celular y se tomaban fotos juntos, además el sacerdote no salía de su casa y por eso me atrevo a pensar que había consentimiento de la mamá. Llegaban a la iglesia juntos y se iban juntos, ellos dos solos, sin la madre, ni el padre de ella”, comentó.
Iván Merino fue capturado in fraganti cuando tenía un encuentro sexual con la niña, dentro de su vehículo.