A tiros matan a dos escoltas en Caracas en seis horas

138 cadáveres del mes fueron registrados hasta ayer en la morgue

Félix Hernán Ulloa Ojeda, de 40 años, fue asesinado a las nueve y media de la noche del viernes en la calle Ecuador de Catia, cuando estaba en su vehículo Chery Arauca vinotinto en compañía de una amiga.

Fuentes policiales dijeron que el hombre era escolta de la presidenta del Fondo Nacional para Edificaciones Penitenciarias (Fonep), Adrilú Álvarez, ente adscrito al Ministerio de Servicios Penitenciarios.

El escolta estaba en la zona y fue atacado por hampones que lo despojaron de su arma de reglamento y huyeron. Le dispararon en quince oportunidades, detallaron los uniformados.

Un carnet que lo identificaba como empleado de seguridad privada del ministerio fue encontrado por los funcionarios del Cicpc, quienes avisaron de inmediato.

Familiares que llegaron la mañana de ayer a la morgue de Bello Monte, indicaron que no tenían detalles del crimen, solo les dijeron que lo habían matado y su cadáver estaba en el hospital Periférico de Catia.

El hombre tenía cuatro años laborando como escolta de la misma persona y vivía en el sector Las Casitas de Guatire.

Cinco horas después, en la calle Santa Elena de Antímano, ultimaron a José Trejo Durán, de 34 años.

Era escolta de la presidenta de la red Mercal en el Distrito Capital desde hacía cuatro años, dijeron familiares.

Explicaron, además, que a las dos y media de la madrugada de ayer, cuando José compartía con familiares y amigos en la calle, llegaron dos sujetos en una moto y dispararon en ráfaga contra él.

No le robaron nada y murió allí. Vivía en los Teques.

Ayer ambas familias coincidieron en la morgue de Bello Monte para retirar los cadáveres. Eran dos de los 138 que habían registrado hasta la mañana de ayer, correspondientes al mes de enero. Un promedio de 15 cada día, según cifras aportadas por fuentes del Cicpc de forma extraoficial.

En la medicatura también estaba, muy molesta, Norelis Chirinos, madre de Ángel Luis Chirinos, de 23 años, un joven asesinado el jueves en la tarde en el barrio La Sosa de Las Adjuntas, por efectivos del Cicpc.

Denunció que no le habían entregado el cuerpo de su hijo «porque estaba acusado de haberse enfrentado y era malandro». La mujer desmintió esa versión y dijo que el joven era mecánico de motos y además montaba tarimas de espectáculos con un tío.

«Esos funcionarios llegaron y lo agarraron cuando estaba en el taller, aunque les pidió que no lo mataran ellos le dispararon. Mi hijo era sano, lo aseguro», refirió la mujer.

Anderson Mejías, de 19 años, también murió en un supuesto enfrentamiento con el Cicpc en Macarao este viernes.

 

Deyvis Ramírez Miranda/EU