Una molécula del chocolate negro ayuda a quitar la resaca

Comer chocolate negro puede aliviar una resaca terrible, este tiene una molécula capaz de paliar los malestares por beber en exceso

 

Dolor de cabeza, náuseas y dolor de cuerpo, malestares típicos en la resaca podrían calmarse con un remedio fácil y delicioso: una barra de chocolate negro, según una investigación hecha por la Universidad Complutense de Madrid.

 

El “ingrediente” que logra resarcir los daños causados por beber de más es la molécula oleoiletanolamida (OEA), un compuesto hallado en el chocolate negro que ayuda al organismo a tener la sensación de saciedad. Posteriores estudios encontraron que el intestino segrega esta molécula y, a partir de ahí, se abrió la puerta a la lucha contra distintas adicciones, entre ellas el alcoholismo.

 

Laura Orío, doctora de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, explicó que la inflamación causada por el consumo intensivo de alcohol perjudica al cerebro y provoca que la toxicidad cerebral sea más grave.

 

«La inflamación causada por el consumo intensivo de alcohol perjudica al cerebro y provoca que la toxicidad cerebral sea más grave», explica en entrevista con dpa la doctora Laura Orío, de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. «Estudios previos, liderados también por investigadores españoles, indicaban que la molécula se libera, producida por el intestino, cuando se consume alcohol. Se pensó, por tanto, que la OEA podría ser una señal del organismo para frenar el daño».

 

Orío (Arnedo, La Rioja, 1978) todavía no se cree la repercusión que su descubrimiento está teniendo. Su trabajo le ha valido el Premio Joven Investigador otorgado por prestigiosa Sociedad Internacional de Investigación sobre Drogas y, gracias a él, ya tiene en su mano el billete de avión para Sydney, donde este agosto presentará su investigación ante la audiencia del V Congreso de dicha sociedad.

 

A pesar de las posibles aplicaciones del descubrimiento para paliar la resaca, Orío insiste en que su estudio se centra en los daños perjudiciales del consumo masivo de alcohol por inflamación en el cerebro y, por lo tanto, en la corteza frontal. Efectivamente, observó que al administrar la OEA junto con cantidades elevadas de alcohol, la molécula reducía la activación inmune/inflamatoria y los marcadores de daño neuronal en la corteza frontal de las ratas.

 

Pese a todo, la investigadora es prudente. «Mi exposición en el Congreso de Sydney todavía no ha tenido lugar y seguimos pendientes de la publicación de la investigación en la revista ‘Addiction Biology'», apunta. Pues en ciencia, «hasta que algo no está publicado, no está aceptado».

 

No ha sido únicamente su descubrimiento de la «molécula antirresaca» lo que ha valido a Orío el premio de la Sociedad Internacional de Investigación sobre Drogas, sino su notable trayectoria en su apenas 37 años. La carrera de esta farmacóloga y madre de dos hijos ha discurrido por diferentes grupos de investigación estudiando aspectos bioquímicos y comportamentales del abuso de drogas como la cocaína, la metanfetamina, el éxtasis o el alcohol.

 

Tras pasar por el prestigioso Instituto de Investigación The Scripps de La Jolla, California, logró regresar a España y re-engancharse en un proyecto de investigación. Algo que no fue sencillo. «Hay muchas dificultades para volver del extranjero y encontrar financiación, y proyectos como éste son posibles gracias a los colaboradores, no sólo de las instituciones. Pero estamos acostumbrados a trabajar con pocos recursos e incertidumbre financiera», lamenta.

 

Fuente: Terra