Una vez superada la fase aguda del COVID 19, se aprecian síntomas que pueden durar varias semanas como el cansancio, los olvidos y los trastornos del sueño.
El doctor Ciro Gaona, neurólogo, médico investigador, dedicado exclusivamente al área cognitiva e integrante del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), durante el conversatorio número 34 en línea que organiza esta institución, explicó que “una significativa proporción de individuos podría presentar síntomas que pueden evidenciarse por al menos cuatro semanas posteriores a la infección y reciben el nombre de secuelas post-agudas por el SARS-COV-2, conocido coloquialmente como post-COVID”.
Agrega el especialista que existe una constelación de síntomas que pueden aparecer durante o después de la fase aguda del virus que persisten por más de 12 semanas (tres meses), “y no son explicables por ninguna otra causa y es lo que recibe el nombre de síndrome post-COVID”.
“Dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes se encuentra la fatiga (expresada como cansancio muscular, debilidad, sensación de poca energía, malestar) y la disfunción cognitiva. Se pueden presentar inclusive en individuos que cursaron la infección con síntomas leves y hasta asintomáticos. De allí la importancia de mantener las medidas de bioseguridad”, destaca.
El especialista explica que las funciones cognitivas más frecuentemente afectadas son la atención, memoria reciente, lentitud de pensamiento, lenguaje (desde palabras que se quedan en la punta de la lengua hasta dificultades en la comprensión), capacidad para atender diferentes tareas simultáneas o sucesivas, razonamiento y solución de problemas, lo que limita el funcionamiento en actividades diarias dando la sensación de neblina cognitiva.
“Lo ideal es la oportuna realización de la medición de estas funciones cognitivas mediante una Evaluación Neuropsicológica y el inicio precoz de la estimulación y rehabilitación cognitiva, lo que facilita la recuperación. También es importante mencionar la frecuencia de manifestaciones neuropsiquiátricas en este síndrome en especial la ansiedad, depresión y trastornos del sueño que deben ser evaluadas y tratadas a tiempo”.
El vínculo social
Gaona señala que existen muchas teorías para intentar explicar este síndrome y lo más frecuente es la presencia de alteraciones inflamatorias persistentes.
“El vínculo social, compartir, no aislarse y evitar relaciones tóxicas, tiene efectos positivos no solamente en el área cardiovascular y psicológica, sino muy especialmente en el área cognitiva. El COVID-19 ha cambiado nuestra vida diaria, en especial, porque, si bien es cierto, que las medidas de distanciamiento social y aislamiento han disminuido la transmisión del SARS-COV-2, también han facilitado la disfunción cognitiva o el aumento de déficits previamente existentes”, indica.
Comenta que algunos estudios han demostrado cómo el mantener la interacción social. tanto directa (cuidando las medidas de bioseguridad) como on-line (usando la tecnología), ha sido de gran ayuda manteniendo y, en algunos casos, mejorando el funcionamiento cognitivo.
“Para la salud de ese órgano físico y espiritual que es el cerebro, insistimos como siempre en evitar el sedentarismo, y mantenerse activos física, mental y espiritualmente (desde la oración y meditación hasta la sonrisa y el agradecimiento”, acota el neurólogo dedicado exclusivamente al área cognitiva y a quien pueden seguir por la cuenta @DrCiroGaona.
El COVID-19, además del área cognitiva, afecta en gran medida la salud pulmonar y cardiovascular. Con el fin de facilitar el chequeo integral de un paciente post virus, el GMSP, perteneciente al grupo internacional Keralty, pone a su disposición y a un precio conveniente, un paquete de estudios combinado con la evaluación médica. También tiene habilitada una Terapia de Rehabilitación post COVID-19, para quienes lo requieran.
La intervención del Dr Gaona está disponible en el canal de YouTube del Grupo Médico Santa Paula, en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=UYz-b0QNEKI&t=932s