El Alzheimer es un trastorno neurocognitivo, en el que confluyen múltiples factores para su aparición. También, enfermedades no controladas, como la diabetes o la hipertensión arterial y un estilo de vida sedentario pueden hacer que el paciente registre una mayor o menor gravedad en los síntomas, entre ellos la acumulación de proteínas anormales que son neurotóxicas, es decir, que ocasionan daños a las células cerebrales.
El médico neurólogo e investigador Ciro Gaona, menciona tres formas mantener activo el cerebro: ejercitarse tanto física como espiritualmente, compartir con otras personas, y aprender cosas nuevas.
“Ya con bailar solo, aunque siempre es mejor en pareja, con moverse por la casa o realizar actividad física organizada, que es lo que llamamos ejercicio, tendremos un mejor cerebro en comparación con quien está sedentario. Meditar, orar, rezar, o solo estar en silencio concentrado en la respiración abre “las autopistas” hacia la felicidad, al bienestar y la salud. Cada vez que nos ejercitamos estamos produciendo neurotransmisores que no resuelven nuestros problemas, pero que ayudan a enfrentarlos”, asegura Gaona, quien también es director médico en la Fundación Alzheimer de Venezuela.
Además de esto, dormir bien y cuidar la alimentación son hábitos que ayudan a conservar las reservas cognitivas cerebrales frente al Alzheimer.
“Si cuidamos este órgano, que tiene una energía física y espiritual, podremos tener alguna lesión histopatológica, pero no desarrollar los síntomas cognitivos de la enfermedad o que se desarrollen tardíamente”.
Sobre el aislamiento social que impone la cuarentena, el médico asegura que aunque compartir con otros es uno de los elementos que ayuda a mantener activo el cerebro, no es el único y, durante la pandemia, se pueden realizar otras actividades como hacer cursos o estudiar algo nuevo.
“Cada minuto este órgano cambia y podemos hacer que sea para bien. La generación de nuevas neuronas es un proceso que, incluso, continua en personas que tienen más de 90 años, según han demostrado los estudios científicos”, asegura.
Alimentación y control de la salud
La alimentación también es importante para preservar el buen estado del cerebro, explica Gaona.
Este órgano funciona con glucosa y oxígeno –además del amor y del vínculo social, la parte no biológica, pero importante insiste el neurólogo. Para mantenerlo saludable necesita proteínas y grasas como el omega 3, que se encuentran en alimentos como los frutos secos y los pescados, por ejemplo.
El control de enfermedades como el sobrepeso, la hipertensión arterial o la diabetes evitan el daño a las estructuras cerebrales, que son la otra causa relacionada al deterioro cognitivo, además de la acumulación de proteínas neurotóxicas.
A propósito del Día Mundial del Alzheimer – 21 de septiembre de cada año– Gaona insiste en la prevención desde los hábitos diarios y por eso invita a las personas a conectarse a una charla virtual en vivo que se trasmitirá a través del canal de Youtube del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), este jueves a las 5:00 pm.
“La vacuna está lejos de llegar y podemos retrasar los síntomas o evitarla con actividad física, mental y espiritual y, de lo que ya mencionamos que es el cultivo del vínculo social porque cerebro que se aísla, neurona que se deteriora y la realización de cursos, talleres, pasatiempos o manualidades” asegura el neurólogo. NP