El desgaste por los años, la rutina y el agotamiento propio de la vida actual, son algunas de las causas que nos pueden llevar a una vida sexual cada vez menos frecuente o nula.
Y entonces qué tenemos que hacer para estimular la actividad sexual y conseguir que ésta resulte satisfactoria y placentera. Hay una serie de recomendaciones que todos los especialistas proponen para lograr este objetivo:
Comunicación: Una buena comunicación incluye también la actividad sexual. Es importante hablar sobre el sexo y durante la práctica del sexo. Ambos miembros de la pareja deben saber lo que le gusta al otro, cuáles son sus zonas más erógenas, qué es lo que les hace obtener más placer, cuáles son las limitaciones de cada uno o para qué no se está preparado, etc. La comunicación no sólo da confianza y evita poner barreras donde no necesariamente existen, sino que además potencia los momentos de intimidad. También ayuda a vencer a superar tabúes o límites que han surgido de la falta de experiencia.
Mantener una actitud activa: Hay personas que mantienen una actitud de pasividad y esperan que sea la pareja quien tome la iniciativa. Los dos han de mostrarse activos, incluso compitiendo para ver quien sorprende a quien. Eso sí, respetando el hecho de que ocasionalmente el otro no se sienta en condiciones para seguir el juego, sin que ello dé paso a la frustración. La comunicación está para esto también.
Imaginación: La rutina es el peor enemigo de la vida sexual de una pareja, pues lleva al aburrimiento, la insatisfacción y a que se tengan cada vez menos relaciones sexuales. Cambiar de lugar para practicar el sexo, variar las posturas, provocar a la pareja, explorar nuevas experiencias… todo contribuye a practicar el sexo con mayor asiduidad y a obtener una mayor satisfacción.
Espontaneidad: Esperar a acostarse por la noche y estar en la cama no es lo mejor para mantener una buena vida sexual, pues no sólo resta espontaneidad, sino que se ve afectada por el cansancio acumulado durante la jornada. Muchas veces no se tienen ganas y otras se practica sexo con poco empeño y con el deseo de acabar pronto para poder descansar. La provocación forma parte de la espontaneidad, como buscar la diversidad de momentos en los que hacer el amor, revivir las primeras citas o cualquier otra iniciativa que genere tensión sexual.
Buscar tiempo para la intimidad: Cualquier momento del día es bueno para disfrutar del sexo. Lo importante es hacer lo posible para encontrar momentos de intimidad: al despertar, en la ducha, durante la siesta de los niños, promoviendo una escapa de las respectivas obligaciones, después de una salida con los amigos, organizando un viaje de fin de semana solos o colocando a los niños con los abuelos … Querer es poder. Así lo reseña la web derf.
Romanticismo: El romanticismo no sólo no está pasado de moda, sino que es uno de los mejores estímulos para una vida sexual plena, en la que el coito deja de ser un acto físico al completarse con la expresión de emociones y sentimientos, lo que lo hará aún más placentero.
Tiempo adecuado para los preliminares: La mujer suele necesitar más tiempo para lograr la excitación y estar preparada para el coito. Hay dedicar el tiempo necesario a los juegos previos al coito, pues en muchas ocasiones no se alcanza el orgasmo porque el estado de excitación no es el adecuado. Las caricias, los besos, el sexo oral o el uso de juguetes ayudan a lograr este objetivo.
¿Eyaculación precoz? Algunos hombres eyaculan demasiado pronto, en ocasiones a causa de la ansiedad que genera la expectativa de practicar el sexo cuando se lleva tiempo sin hacer, otras por desconocer que existen técnicas para controlar la eyaculación, pero también por la existencia de problemas concretos. Si el problema persiste puede ser necesario buscar el consejo de un especialista.
Descanso y ejercicio físico: El cansancio y el estrés son causas frecuentes de la pérdida de deseo sexual, por lo que dormir bien y descansar adecuadamente es importante para disfrutar de una buena vida sexual. Asimismo, el ejercicio físico facilita el relajamiento y favorece el deseo sexual. Hacerlo juntos puede es aún mejor.
Una buena alimentación: Una dieta equilibrada es siempre importante para mantener una buena salud, pero también para la función sexual. La hipercolesterolemia, la hipertensión arterial o la diabetes pueden causar problemas de erección en el hombre y pérdida del apetito sexual en ambos miembros de la pareja. Seguir una dieta saludable y practicar ejercicio físico regularmente (al menos media hora al día) es la mejor forma de evitarlo.