Especialistas de la South China University of Technology realizaron un estudio en el que se señala que el humo del incienso es más perjudicial que el del cigarro
Durante miles de años, el incienso ha sido usado como parte de ceremonias religiosas de muchas culturas, pero con el tiempo empezó a tener un uso más hogareño debido a su agradable olor.
Pero, ¿es este producto completamente inofensivo para la salud? De acuerdo con una reciente investigación, la respuesta sería negativa.
Especialistas de la South China University of Technology realizaron un estudio en el que se señala que el humo del incienso es más perjudicial que el del cigarro, debido a que durante la combustión de este producto aromatizante se desprende una gran variedad de agentes citotóxicos (dañan a las células) y genotóxicos (dañan a los genes).
Para confirmar su hipótesis, los investigadores analizaron el humo de dos tipos de incienso: de agar y de sándalo. Se examinó el efecto de su humo en cepas de salmonella y en células de ovarios de hámsteres. El mismo procedimiento se realizó con humo de cigarrillo.
Elementos imperceptibles
Se detectó que el 99% del humo del incienso contiene partículas finas y ultrafinas, que en su mayor parte provienen de componentes altamente tóxicos.
Estas partículas ingresan al organismo por la nariz y pueden causar reacciones inflamatorias, así como daños en el sistema respiratorio y cardiovascular.
Estudios previos las han relacionado con el cáncer de pulmón, la leucemia infantil y el desarrollo de tumores cerebrales.
Pero el daño que pueden provocar puede variar dependiendo del tipo de partículas. Y es que estos elementos pueden dividirse en tres clases según su tamaño: gruesos (miden 10 micras o menos), finos (2.5 micras o menos) y ultrafinos (0.1 micras o menos).
De este grupo, los ultrafinos son los más dañinos, ya que por su diminuto tamaño pueden llegar a más partes del cuerpo, como el sistema nervioso central.
Un riesgo constante
El doctor Roberto Accinelli, director del Instituto de Investigaciones de la Altura de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, explicó que el riesgo no solo está en el incienso, ya que estas partículas son generadas por varios productos.
“Todo humo causa daño. El incienso, las velas, los mecheros, el cigarro, los motores”, indica el especialista. “El problema son las partículas que están en el humo. Todas las partículas causan daño y cada una tiene diferente tipo de acción y diferente nivel de afección”.
Factores como el frío, la falta de limpieza y la exposición al humo provocan que las defensas disminuyan y sean más susceptibles a elementos dañinos. Accinelli agrega que todos los humos pueden ocasionar una alteración en los genes y en las funciones que realizan, lo que genera un desequilibrio en el cuerpo.
De la investigación de los 64 compuestos que se detectaron en el humo del incienso, dos fueron catalogados como altamente tóxicos. Rong Zhou, el principal autor del estudio, recalcó que aún se necesitanmás estudios para saber si es que otros tipos de incienso pueden ser también dañinos para la salud.