La ira y agresividad son sentimientos que causan severos daños a la . Cuando los acumulas y no encuentras manera de sacarlos, llega el momento en que naturalmente se manifiesta a través de enfermedades o síntomas. Pero ¿qué pasa en el cuando sientes odio?
Aunque el odio es una emoción , perjudica la salud y mental; altera tu estado de ánimo, genera estrés, ansiedad y hasta depresión.
La mente, las emociones y el cuerpo están comunicados. Cuando hay ira u odio se liberan hormonas y sustancias como , cortisol, prolactina; mientras más tiempo se secretan en el organismo más daño sufre el sistema inmunológico y el organismo es más susceptible, explica Robert Ader, investigador de la Facultad de Medicina y Odontología de Rochester.
Relación con el cerebro
Investigadores del Laboratorio de Neurobiología del University College de Londres encontraron que cuando se siente odio se activa la zona central del cerebro, conocida como putamen y la ínsula, ubicada en la superficie lateral.
Estas áreas son las mismas que se activan cuando se siente el amor romántico. Es lógico que estás partes se estimulen porque son pasiones que pueden llevar a cometer actos tan irracionales y agresivos, explica Semir Zeki, investigador del Laboratorio de Neurobiología del University College.
El odio es el producto de resentimientos; es contrario al amor. Se expresa una actitud hostil, agresiva y repulsiva en contra de algo o alguien. Esta puede ser por frustraciones, rivalidades o envidia. Es un sentimiento inagotable que cuesta perdonar y olvidar.
Presión que no te deja sentir
Otras afecciones que ganas cuando acumulas este sentimiento adverso son una presión sanguínea y ritmo cardiaco elevado. Además, tiene más posibilidades de padecer alguna enfermedad del corazón.
Cuando sentimos algo negativo hacia una persona, el cuerpo entra en una lucha, esto genera cambios como el aumento de la presión sanguínea; surge la ira y el sistema inflamatorio responde a la amenaza, explica Charles Raison, director clínico del Programa Mente y Cuerpo de Emory University.
Cuando estás resintiendo ese dolor y solo deseas venganza o buscas represalias, desgastas tu energía y pierdes enfoque de tu presente, lo cual lleva a afecciones del sistema digestivo y nervioso.
Para Irina Matveikova, especialista en endocrinología y nutrición clínica, las emociones las resiente el estómago. La tensión nos provoca un nudo o vacío ante la frustración que se somatiza o refleja en una enfermedad, hasta el grado de desarrollar una úlcera de estómago.
Aunque en el momento no sientas cambios físicos o síntomas en tu cuerpo, si se continúa alimentando el rencor el cuerpo tarde o temprano estalla afectando a pasará la factura.
De ahí la importancia de sanarse emocionalmente para poder disfrutar plenamente de la vida.
Fuente: Salud180