La vacuna de la farmacéutica Pfizer y su socio BioNTech contra el covid-19 tiene una eficacia del 90%, según los resultados publicados este lunes de su ensayo de fase 3, la última etapa antes de pedir formalmente su homologación.
Esta eficacia a la hora de proteger a los pacientes frente al virus SARS-CoV-2 se logró siete días después de la segunda dosis de vacuna y 28 días después de la primera, indicaron la farmacéutica estadounidense y la empresa alemana de biotecnología en un comunicado conjunto.
El esperanzador anuncio propulsó a las bolsas europeas y fue saludado como una «gran noticia» por Donald Trump.
«Los primeros resultados de la fase 3 de nuestro ensayo de vacuna contra el covid-19 proveen las pruebas iniciales de la capacidad de nuestra vacuna de prevenir» esta enfermedad, dijo el presidente de Pfizer, Albert Bourla.
«Hemos dado un paso importante y estamos más cerca de proveer a los ciudadanos del mundo» esta vacuna, tan «necesaria para contribuir a acabar con esta crisis sanitaria mundial», añadió.
El nivel de eficacia de la vacuna fue medido comparando el número de participantes infectados por el nuevo coronavirus en el grupo que recibió la vacuna y entre quienes fueron sometidos a un placebo, según el comunicado conjunto.
Basándose en proyecciones, ambas empresas afirmaron que prevén suministrar 50 millones de dosis en el mundo en 2020 y hasta 1.300 millones en 2021.
En estos momentos, las infecciones de covid-19 están alcanzando nuevos récords en varios países, a la vez que los hospitales vuelven a saturarse y aumenta el número de muertos.
Desde que empezó la pandemia, se diagnosticaron más de 50 millones de casos a nivel mundial y se registraron más de 1,2 millones de muertes.
Pfizer y BioNTech son los primeros en publicar el resultado del análisis intermedio de la fase tres, pero según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen además otros nueve proyectos de vacuna en el mundo que se hallan en la misma etapa.
La farmacéutica estadounidense Moderna, varios laboratorios estatales de China y la Universidad de Oxford asociada con AstraZeneca pilotan algunos de estos programas.
Por ahora, ninguna vacuna ha recibido una autorización de distribución comercial a gran escala, pero las autoridades chinas dieron luz verde al uso de emergencia de algunas de sus vacunas en desarrollo y en Rusia, parte de la élite política dijo haberse vacunado con el antígeno Sputnik V, que el gobierno espera desplegar masivamente en los próximos meses en el país.