La supervivencia en cáncer de ovario en estado avanzado, hasta ahora prácticamente nula, logra porcentajes del 70 % a siete años, según un estudio presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), y que se encuentra en fase III, es decir, listo para la comercialización del fármaco.
En declaraciones a los medios, el vocal del Grupo Español de Cáncer de Ovario (GEiCO) y oncólogo de tumores ginecológicos del hospital Doce de Octubre, Luis Manso, ha explicado que tras 20 años sin novedades en el cáncer de ovario, hoy se constata un tratamiento que supone una mejoría significativa en supervivencia, “y que abre la puerta a la curación total”.
Se trata de un tipo de cáncer de ovario, el que afecta a mujeres con mutaciones BRCA 1 y 2, y que supone el 22 % de los carcinomas de ovario.
Este tipo de tumor es de los más agresivos y el quinto que más mortalidad produce en las mujeres, detrás del cáncer de mama, el colorrectal, el de páncreas y de pulmón.
Los resultados de los ensayos de fase III SOLO-1 y PAOLA-1, presentados por el profesor Jonathan Ledermann, del UCL Cancer Institute, de Londres, muestran los beneficios de supervivencia a largo plazo con un fármaco (olaparib) en pacientes con cáncer de ovario avanzado recién diagnosticado.
Se trata, según el coordinador y profesor Ledermann, de unos datos positivos de supervivencia libre de progresión y muy alentadores de cara al futuro.
Para el doctor Manso, la incorporación de estos fármacos (también está la combinación de olaparib y bevacizumab) permite que las pacientes vivan “más y mejor” y ha recordado que históricamente se trata de un cáncer muy agresivo que padecen 1 de cada 70 mujeres a lo largo de su vida.
Además, del cáncer de ovario en el congreso ESMO se han presentado dos estudios dirigidos por la jefa del Grupo de Neoplasias Gincológicas del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona, Ana Oaknin.
Estos ensayos abordan el tratamiento de cáncer de cérvix o cuello uterino, mayoritariamente causado por el virus del papiloma humano (VPH) y que supone la cuarta causa de muerte en mujeres, con un diagnóstico más frecuente entre los 35 y 44 años.
En declaraciones a EFE, Oaknin ha subrayado que el cáncer de cérvix se puede prevenir y es evitable en un 99 % con la vacuna contra el VPH por lo que ha calificado de “frustrante” ver pacientes en estadios avanzados.
Los estudios presentados han demostrado una mejora de la supervivencia con el fármaco de inmunoterapia cemiplimab, reduciendo hasta un 35 % el riego de muerte.
Y un segundo estudio ha confirmado la eficacia de inmunoterapia sin quimioterapia, como primera línea de tratamiento.
Oaknin ha llamado a la cultura social para concienciar de la vacuna y ha lamentado que exista entre la población la percepción de falta de riesgo. Por ello, ha apelado a que la comunidad científica visibilice los nuevos tratamientos para hacer frente a los tumores ginecológicos .EFE