Vale para casi todo, por no decir que para todo.
La aspirina contiene salicilato, que se deriva de la corteza de sauce. Su uso se registró por primera vez alrededor del año 400 a.C., en la época de Hipócrates, cuando las personas masticaban corteza de sauce para aliviar la inflamación y la fiebre. En la segunda mitad del siglo XIX, en 1853, el químico Charles Frédéric Gerhardt combinó cloruro de acetilo con salicilato de sodio para producir, por primera vez, ácido acetilsalicílico.
La aspirina, uno de los fármacos más consumidos en todo el mundo, ha demostrado su papel preventivo en la enfemedad oncológica. Es el caso del cáncer de colon. Un estudio publicado en ‘JAMA Oncology’. El trabajo, dirigido por el doctor Andrew T. Chan en Harvard, relacionó el uso de aspirina durante 6 años o más con una disminución de 19% en el riesgo de cáncer colorrectal y una disminución de 15% en el riesgo de cualquier tipo de cáncer gastrointestinal. Otros ensayos observacionales la han relacionado con una disminución de las probabilidades de padecer melanoma, cáncer de ovario y de páncreas.
Ahora, Sarah S. Jackson , de la División de Epidemiología Oncológica y Genética, de los Institutos Nacionales de la Salud del Cáncer de EEUU, y su equipo publican un estudio en el último ‘JAMA Oncology’ que revela que el uso de aspirina en pacientes con cáncer del tracto biliar aumenta la supervivencia.
Este tipo de tumor (BTC, de sus siglas en inglés) es raro, con una incidencia mundial de menos de 2 por cada 100.000 individuos. La tasa de supervivencia a 5 años varía del 5% a 15%, con una media de supervivencia de menos de 1 año.
En parte porque entre el 60% y el 70% de los pacientes se detecta la enfermedad en estadio tardío (tumores inoperables o metastásicos) debido a la falta de síntomas. En consecuencia, existe una necesidad crítica de tratamientos que mejore la supervivencia de BTC.
Retrasa el crecimiento de la enfermedad
Según los investigadores, “la aspirina se ha propuesto como un tratamiento para reducir la mortalidad por cáncer porque puede retrasar el crecimiento de la enfermedad a través de la inhibición de la ciclooxigenasa 2, que promueve la inflamación y la proliferación celular, y la agregación plaquetaria, lo que puede retrasar la propagación metastásica del cáncer”.
En el ensayo, se obtuvieron los datos, incluidas las muertes por todas las causas, en pacientes adultos con diagnóstico de BTC de 1990 a 2017 de la CPRD del Reino Unido, una base de datos de registros médicos electrónicos . “Identificamos cánceres utilizando códigos de lectura para el cáncer de vesícula biliar (GBC), colangiocarcinoma (cáncer de las vías biliares), ampolla de cáncer de Vater (AVC) y lesiones superpuestas del tracto biliar. Se excluyeron pacientes con cáncer previo, excepto el cáncer de piel no melanoma», comentan los autores.
El estudio, llevado a cabo 2.934 pacientes, constató que en comparación con los no usuarios, los que sí consumían aspirina tenían más probabilidades de elevar su supervivencia.
“Observamos un riesgo reducido de muerte para los usuarios del fárrmaco después del diagnóstico en todos los tipos de BTC. La activación plaquetaria protege las células tumorales de la eliminación, mejora el crecimiento de células metastásicas y permite que las células cancerosas se propaguen a través del torrente sanguíneo. La aspirina puede retrasar dicha propagación de las células cancerosas a través de la inhibición de la agregación plaquetaria , mejorando la supervivencia de BTC”, sentencian los investigadores.
Recuerdan, no obstante, que “una limitación de nuestro análisis es la falta de datos sobre el estadio del cáncer y los regímenes de quimioterapia recibidos (si los hay). Sin embargo, la mayoría de los BTC se diagnostican en la etapa tardía, con menos del 10% de los pacientes que presentan tumores resecables y el 50% que hacen metástasis a los ganglios linfáticos. El beneficio de supervivencia de la aspirina observado en nuestro estudio está a la par con el estándar de atención actual”. reseña el confidencial