Maurice Desjardins, hoy de 64 años, tuvo un accidente mientras cazaba, que lo dejó dejó sin nariz, mandíbulas, ni dientes. Incluso, le era difícil respirar.
Hace cuatro meses se convirtió en la primera persona con mayor edad en someterse a un trasplante de cara y recién ahora recibió el alta. Es el primer caso que se realiza en Canadá. Hasta el momento, no se habían registrado antecedentes de trasplante de cara en personas de avanzada edad.
Si bien luego del accidente el hombre se sometió a cuatro cirugías reconstructivas, ninguna le alcanzó para lograr una buena calidad de vida, hasta que los médicos del hospital canadiense Maisonneuve-Rosemont decidieron hacerle un trasplante de cara. La intervención se logró gracias a un donante, cuya familia también brindó todo el apoyo necesario a Desjardins. No se conocen los detalles del momento ni de la situación que llevaron a Maurice a sufrir ese gravísimo accidente.
Los encargados de llevar adelante la cirugía fueron los doctores de la institución, liderados por el cirujano plástico Daniel Borsuk, y en total duró 30 horas. Además, fueron múltiples especialistas los que participaron del procedimiento y hubo colaboración de más de 100 profesionales, incluyendo médicos y enfermeros.
“Esta delicada operación es el resultado de años de trabajo concertado y meticuloso, realizado por un equipo increíble, así como con la valentía y la cooperación del paciente y su familia”, dijo Borsuk a The Canadian Press. Antes de la cirugía, el paciente sabía que había un 50% de probabilidades de morir en el quirófano.
Actualmente, Desjardins se recupera con éxito y puede respirar sin una traqueotomía. Además, informaron que ya puede masticar con sus nuevas mandíbulas, oler y hablar de forma correcta.
El periodista de Canadá Matt Gilmour, asistió a la conferencia de prensa que dio Borsuk, en la que contó cómo se estaba llevando adelante la recuperación de su paciente. Allí, junto a otros médicos y especialistas, mostró el rostro de Desjardins antes del accidente, después de múltiples cirugías para reconstruir su rostro y, finalmente, después del exitoso trasplante.
La historia de este hombre se suma a la de Katie Stubblefield, quien a los 18 años sobrevivió de un intento de suicido, cuando se disparó en el rostro. Ahora, cuatro años después, la mujer se sometió a un trasplante de cara y se convirtió en la receptora más joven de este tipo de cirugías en Estados Unidos. reseña El Clarin