Recientes estudios independientes determinaron una cadena de efectos negativos que genera la excesiva exposición a la televisión, videojuegos, redes sociales y herramientas móviles sobre el cerebro de los niños, niñas y adolescentes.
La ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, explicó en su cuenta personal de la red social X que esta investigación y sus conclusiones fueron realizadas por dos neurocientíficos franceses: Michel Desmurget y Stanislas Dehaene.
Refirió que Desmurget, quien es director de investigaciones del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica (Inserm) de Francia, aseguró que los denominados “nativos digitales son los primeros niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres”.
Este autor del libro “La Fábrica de Cretinos Digitales”, indicó que la media de los niños de dos años dedica unas tres horas de exposición a aparatos electrónicos únicamente para recreación.
Mientras que los de ocho años permanecen cerca de cinco horas y los adolescentes por encima de siete.
En este orden de ideas, el experto señaló en una entrevista publicada el portal del diario colombiano El Tiempo: “Durante el lapso que va de los 2 a los 18 años, que es el período más fundamental del desarrollo humano, nuestra descendencia derrocha en sus pantallas recreativas el equivalente a cerca de 30 años escolares”.
Por lo que emitió una alerta a los padres y representantes respecto a las secuelas desencadenadas por la utilización inadecuada de los equipos digitales para sus hijos.
“Estas herramientas mal usadas dañan el cerebro, deterioran el sueño, afectan el éxito académico, perjudican la concentración, aumentan el riesgo de obesidad y más”, advirtió.
Por su parte, el profesor en el Collège de France y director de la Unidad de Neuroimagen Cognitiva en el INSERM de París, concuerda con Desmurget al aseverar que en ciertos puntos la sociedad “está evolucionando en una dirección incompatible con las necesidades del cerebro (…) uno de esos casos (…) la necesidad de contacto social y comunicación, en particular para los niños pequeños (…) es una tendencia muy peligrosa”.
Expresó, que entre los efectos más nocivos de las pantallas es que dañan la capacidad de comunicación en los niños.
“Tenemos pruebas de que los niños pequeños necesitan estar expuestos al lenguaje desde (…) los primeros 18 meses de vida. Si no (…) sufrirán atrofias que duran para toda la vida. Esto es un fuerte mensaje para los padres, porque muchos están siendo atrapados por sus teléfonos y no les hablan suficiente a sus hijos”, detalló Dehaene a El País.
Dehaene ha trabajado 35 años en el análisis del cerebro, y no vaciló en afirmar que la tecnología limita el medio de aprendizaje de los niños.
A juicio de Desmurget, las relaciones que crean los niños, niñas y adolescentes con seres queridos y allegados son más sustanciosas para el cerebro que invertir tiempo en dispositivos digitales.
“Cientos de estudios convergentes muestran que las actividades relacionadas con los intercambios intrafamiliares, el trabajo intelectual, la lectura, la música, el deporte, entre otras actividades, tienen un poder estructurante infinitamente mayor que los contenidos recreativos digitales tales como la televisión, los videojuegos y otras opciones”, aseguró el especialista.
En su opinión, el tema no está en demonizar lo digital o contradecirlo en general. Solo es darle un uso racional.
Ante lo expuesto, sugirió un tiempo de permanencia en aparatos que pueden ir desde 30 minutos a 1 hora diaria para niños mayores de seis años.
Igualmente, impedir las pantallas en la mañana, antes de salir a la escuela; en las noches, antes de acostarse e incluso en la comida.
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Michel Desmurget y Stanislas Dehaene son… pic.twitter.com/D7vrvI1lhJ
— Gabriela Jiménez (@Gabrielasjr) September 2, 2023