La Asociación Americana de la Diabetes (ADA) sugiere limitarlos. También destaca la importancia de la actividad física, el manejo del estrés y una ingesta adecuada de fibra para mejorar la sensibilidad a la insulina
por INFOBAE
El impacto de los carbohidratos en los niveles de azúcar en sangre es ampliamente conocido, pero otros nutrientes como las grasas saturadas y el sodio también desempeñan un papel crucial en el manejo de la diabetes. Según informó el medio especializado Eating Well, estos componentes pueden influir indirectamente en la resistencia a la insulina y en la presión arterial, factores clave para quienes padecen esta enfermedad. La Asociación Americana de la Diabetes (ADA) subraya la importancia de una dieta equilibrada que limite el consumo de estos elementos, especialmente en un contexto donde aproximadamente 34,1 millones de personas en Estados Unidos viven con diabetes.
Aunque no existe un plan alimenticio único para controlar la diabetes, los expertos coinciden en que la calidad general de la dieta es esencial. En este sentido, los nutricionistas destacan que prestar atención a las grasas saturadas y al sodio puede marcar una diferencia significativa en el control de los niveles de glucosa en sangre.
El impacto de las grasas saturadas en la resistencia a la insulina

Las grasas saturadas, presentes en alimentos como quesos, manteca, leche, carnes y aceites vegetales como el de coco, son sólidas a temperatura ambiente. Aunque existe un debate sobre su impacto en la salud, un consumo elevado de estas grasas se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, un problema que afecta de manera desproporcionada a las personas con diabetes. Según explicó Kathy Levin a Eating Well, nutricionista registrada y especialista en medicina del estilo de vida, estas grasas pueden aumentar la resistencia a la insulina, dificultando que la glucosa pase del torrente sanguíneo a las células.
Levin señaló que, aunque las grasas no elevan directamente los niveles de glucosa como lo hacen los carbohidratos, sí afectan la digestión, la sensibilidad a la insulina y la salud metabólica en general. Por su parte, Lauren Plunkett, también nutricionista registrada y especialista en educación para la diabetes, agregó al medio especializado que la grasa alimentaria influye en la acción de la insulina a largo plazo. Aunque la respuesta inicial a la insulina puede ser más lenta, la cantidad total necesaria para procesar la glucosa puede aumentar dependiendo del tipo y la cantidad de grasa consumida.
Para minimizar estos riesgos, Levin recomienda limitar el consumo de grasas saturadas al 10 % o menos de las calorías diarias. Por ejemplo, en una dieta de 1.500 calorías, esto equivale a no más de 16 gramos al día. Además, sugiere optar por grasas insaturadas, presentes en alimentos como aguacates, frutos secos, semillas, aceite de oliva y pescados grasos como el salmón, ricos en ácidos grasos omega-3 que ayudan a reducir la inflamación crónica.
El papel del sodio en la salud de las personas con diabetes

El sodio, aunque no afecta directamente los niveles de azúcar en sangre, puede influir en la presión arterial, un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2. Según el artículo de Eating Well, la recomendación general para las personas con diabetes es limitar la ingesta de sodio a menos de 2.300 miligramos diarios, una pauta que también se aplica a adultos sanos.
Un estudio citado en el informe destacó que los tratamientos enfocados en equilibrar los niveles de sodio se asociaron con mejores resultados en personas hospitalizadas con hiperglucemia. Además, los alimentos ricos en sodio, como la comida rápida y los snacks procesados, suelen contener grasas saturadas y carbohidratos refinados, lo que puede agravar la inflamación sistémica y la resistencia a la insulina. Levin aconseja priorizar alimentos integrales bajos en sodio y ricos en potasio, como frutas y verduras frescas, para prevenir la hipertensión y mejorar la estabilidad del azúcar en sangre.
Estrategias adicionales para controlar el azúcar en sangre
El manejo de la diabetes no se limita a la dieta. Según el medio Eating Well, factores como el ejercicio, el manejo del estrés, el sueño y la consulta con profesionales de la salud son igualmente importantes.
Actividad física: El ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina y puede reducir los niveles de azúcar en sangre hasta 24 horas después de la actividad. Los expertos recomiendan encontrar una actividad física que sea placentera y adaptarla gradualmente al estilo de vida de cada persona. Es fundamental consultar con un médico antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio, especialmente si se toman medicamentos para la diabetes.
Manejo del estrés: El estrés crónico puede contribuir a la resistencia a la insulina y al aumento de peso. Plunkett destacó que técnicas como la respiración profunda, pausas sin dispositivos electrónicos y caminatas cortas pueden reducir los niveles de glucosa y mejorar el metabolismo general.
Consumo de fibra: Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos, son esenciales para mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la inflamación. Levin sugirió incluir al menos 25 gramos de fibra al día para mujeres y 38 gramos para hombres, y recomendó diversificar la dieta con al menos 30 alimentos vegetales diferentes a lo largo de la semana.
Otros factores a considerar en el manejo de la diabetes
El artículo también destacó la importancia de otros aspectos, como el sueño adecuado, el abandono del tabaquismo y el uso de tecnología como monitores continuos de glucosa para ajustar los planos de tratamiento. Además, trabajar con un profesional en diabetes puede garantizar un enfoque personalizado que se adapta a las necesidades y estilo de vida de cada paciente.
El control de la diabetes requiere un enfoque integral que vaya más allá de la simple reducción de carbohidratos. Según el medio Eating Well, prestar atención a nutrientes como las grasas saturadas, el sodio y la fibra puede marcar una diferencia significativa en la salud metabólica. Adoptar una dieta equilibrada basada en alimentos integrales de origen vegetal, junto con hábitos saludables como el ejercicio y el manejo del estrés, puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de un rango saludable.
Ya sea que se trate de un diagnóstico reciente o de una condición de larga data, los expertos enfatizan la importancia de realizar cambios graduales y buscar apoyo profesional para garantizar un manejo efectivo de la diabetes.