Hoy te mostramos las pautas básicas que debes seguir para llevar una dieta blanda para la gastroenteritis.
En qué consiste una dieta blanda
Se denomina dieta blanda a una dieta ligera o que suavice la actividad del aparato digestivo. Suele ser una dieta pobre en residuos que estimulan al tracto gastrointestinal como la fibra, la lactosa y otros y basarse en alimentos de fácil digestión.
Asimismo, con la dieta blanda se promueve la hidratación y en la mayor parte de las ocasiones es una alimentación astringente o contrario a laxante indicada para casos de diarrea, aunque también puede recomendarse su práctica en casos de gastritis o reflujo por ejemplo.
Los alimentos de la dieta blanda
Se escogen para llevar a cabo una dieta blanda alimentos que no favorecen el tránsito intestinal sino que pueden tener el efecto contrario y además, que son fáciles de digerir como los que mostramos a continuación:
- Arroz y derivados como puede ser el agua de cocción del arroz, preparaciones a base de arroz, sémola de arroz y similares por tener propiedades astringentes. Lo más clásico es consumir arroz blanco como tal.
- Sémola de trigo y derivados de la harina de trigo refinada, pues aunque el gluten puede ser un estimulante intestinal en algunas personas, estos ingredientes son fáciles de digerir y casi no aportan fibra, por lo que podemos consumir por ejemplo unos espaguetis secos hervidos como parte de una dieta blanda.
- Caldos de verduras naturales y caseros, que favorecen la hidratación brindando además vitaminas, minerales y electrolitos que nuestro cuerpo necesita sin demandar un gran gasto digestivo.
- Infusiones ligeras de hierbas relajantes como puede ser la tila o la manzanilla, pero que no se encuentren concentradas, es decir, que se hayan infusionado un breve tiempo.
- Manzana rallada y oscurecida (oxidada) que por contener taninos tiene un efecto astringente y antiinflamatorio.
- Membrillo que también es una fruta rica en taninos y por lo tanto se recomienda su consumo para frenar diarreas.
- Zanahorias cocidas que son fuente de pectina o fibra soluble que favorece la adecuada formación de heces y contribuye a frenar la diarrea.
- Calabaza y calabacín hervidos o al vapor son buenas hortalizas a incluir si la diarrea comienza a reducir o ésta no se hace presente, pues son alimentos fáciles de digerir, ricos en potasio y en agua que favorecen la hidratación.
- Carnes blancas magras después de unos días sin carnes ya que las proteínas demandan un gran trabajo digestivo. Se escogerán carnes como pollo, pescado blanco o pavo, en sus cortes más magros para facilitar la digestión por la ausencia de grasas y de purinas propias de las carnes rojas.
- Aceites vegetales sin someter a cocción y con moderación para no entorpecer el trabajo digestivo. Sólo recomendamos su uso como aderezo o condimento de algunos platos, pero nunca para saltear, freír o cocinar con ellos.
Otras recomendaciones para seguir una dieta blanda
Además de seleccionar adecuadamente los alimentos a ingerir, hay otras características que debe reunir una dieta blanda para favorecer el reposo del aparato digestivo y la desinflamación del mismo, por eso aconsejamos:
- Masticar muy bien cada bocado y comer despacio para favorecer la digestión.
- Realizar comidas frecuentes pero de pequeño tamaño ya que a mayor volumen de las ingestas mayor será el trabajo digestivo.
- Beber agua a temperatura ambiente de pequeñas cantidades, pero con regularidad y si fuese necesario acudir a sueros o sales de rehidratación oral.
- Evitar sustancias irritantes del aparato digestivo tales como especias y condimentos picantes, cigarrillo, alcohol o cafeína.
- Escoger cocciones magras y suaves como hervidos o al vapor y evitar frituras, salteados, asados o a la parrilla. reseña vitonica