En las últimas horas, habían circulado rumores en las redes sociales sobre que el ensayo médico había salido mal y experta en zoología de la Universidad de Oxford había fallecido. “Estoy bien”, aclaró la mujer de 32 a la cadena BBC
Una experta en zoología de la Universidad de Oxford que se convirtió en uno de los primeros humanos en Europa en recibir una dosis de una posible vacuna contra el coronavirus, se vio obligada a desmentir su propia muerte.
La microbióloga Elisa Granato fue una de las dos personas a las que se inyectó el jueves 23 de abril en Inglaterra cuando se iniciaron los ensayos en humanos sólo tres meses después de que comenzaran los estudios.
Más de 800 personas fueron reclutadas para la prueba, lo que rompería récords si se cumplen los pronósticos de que la universidad podría tener lista una vacuna contra el Covid-19 en septiembre.
La doctora Granato le dijo a la BBC ?después de ser inyectada en su 32 cumpleaños: “Soy científica, así que quería tratar de apoyar el proceso científico siempre que pueda. “Como no estudio virus, me siento un poco inútil en estos días, así que sentí que esta es una manera muy fácil de apoyar la causa”.
En las últimas horas, habían circulado rumores en las redes sociales sobre que el ensayo médico había salido mal y la doctora había fallecido. “Estoy bien”, aclaró la mujer de 32 a la cadena BBC.
Patrick Vallance, consejero científico del gobierno británico, avisó que desarrollar la vacuna puede ser un proceso largo. “Todas las nuevas vacunas que comienzan a desarrollarse son proyectos a largo plazo. Solo algunas acaban teniendo éxito. Con el coronavirus no será distinto y presenta nuevos retos”, advierte.
Este proyecto de vacuna, dirigido por Sarah Gilbert, profesora de vacunología en el Instituto Jenner, se desarrolló en menos de tres meses. Se realizó a través de una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus) de chimpancés, modificado para que no pueda afectar a humanos.