La importancia de beber agua

La deshidratación es más común cuando se presentan ciertas condiciones: clima cálido, enfermedades gastrointestinales, mucho ejercicio. Pero también puede darse sin que existan esos factores. Hay que tomar mucha agua

La palabra deshidratación evoca imágenes extremas: un desierto tórrido, una sequía que arde, un lago que se evaporó. No suele estar asociada a la vida cotidiana, mucho menos a la citadina. Pero resulta que sí.

Entre 60% y 70% del cuerpo humano está compuesto de agua, lo que se traduce en aproximadamente 30 cc por kilo de peso. Su funcionamiento óptimo depende de que esa ecuación se mantenga estable y constante. La deshidratación ocurre cuando esos valores disminuyen. Sea porque no se ingiere suficiente líquido o porque se pierde más del que se consume.

Para mantener los valores necesarios, la especialista en nutrición clínica, Carolina Lairet, dice: “El requerimiento hídrico del cuerpo es alto. Es recomendable tomar dos litros de agua potable todos los días, y no jugos o refrescos. Por ejemplo, si se ingieren diariamente dos litros de zumo, se aumenta mucho de peso”.

El cuerpo pierde agua regularmente a través del sudor, las lágrimas, la orina y las heces. Las pérdidas de líquido pueden ser cuantiosas cuando una persona tiene fiebre, vómito o diarrea. En estos casos, es necesario hidratarse para prevenir la deshidratación.

Los síntomas de la deshidratación varían según su gravedad. Estar atentos a las señales de alerta que emite el cuerpo es la clave para combatirla a tiempo. Según Lairet, la primera indicación, que muchas veces pasa inadvertida, es tener la orina de color amarillo oscuro. “Debe ser clarita en todas las personas, niños, adultos o ancianos”, agrega la experta. Otros de los indicios iniciales son: cansancio, resequedad en la boca y sed.

“Hay que estar pendientes de la sensación de sed. Cuando una persona la tiene es porque ya está deshidratada. Además, muchas veces ésta se enmascara con sentimiento de hambre. Por eso, cuando hay apetito, es muy importante tomarse un vaso de agua antes de consumir algún alimento”, explica Lairet. Las personas con alto riesgo de presentar deshidratación son los niños pequeños y los ancianos, porque sus organismos son más vulnerables. También los diabéticos y los alcohólicos.

“Las madres con hijos menores de un año deben ofrecerles agua constantemente. Pues, por lo general, a partir del año, los niños ya saben pedirla. Si el pequeño está siendo alimentado únicamente con leche materna, no hace falta darle agua, porque ésta cubre absolutamente todos los requerimientos. A menos que el infante presente fiebre o una enfermedad gastrointestinal, en cuyo caso hay que rehidratarlo con agua y sueros orales”, dice Lairet.

Cuando se tiene diarrea o vómito, la experta dice que se deben ingerir sueros orales para que se restablezca el equilibrio de electrolitos —sodio, potasio, cloro, magnesio— en el cuerpo.

Explica: “Se piensa erradamente que la mejor forma de rehidratarse cuando hay fiebre o una enfermedad gastrointestinal, es tomando refrescos o bebidas para deportistas. No. Los refrescos tienen mucho azúcar, lo que empeora la diarrea porque la glucosa acelera el tránsito intestinal; y las bebidas para deportistas tienen mucha sal, lo que favorece la deshidratación.La mejor opción son los sueros orales que se venden en las farmacias”. “Más de dos tercios del cuerpo humano está compuesto de agua”
Suero casero
Para rehidratarse, Lairet indica que se puede preparar un suero oral de forma casera siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud. Se necesitan: ¾ de cucharadita de sal común, 4 cucharadas de azúcar y 1 cucharadita de bicarbonato de sodio. Estos ingredientes se diluyen en 1 litro de agua. Se puede agregar una taza de jugo de naranja ó 2 tazas de jugo de cambur para aportar potasio.

Entre tragos
Cuando se ingiere alguna bebida alcohólica —explica Lairet— el organismo forza el metabolismo hepático —hígado— y renal —riñones— para eliminar, a través de la orina, las toxinas provenientes del alcohol. Esto hace que las personas vayan al baño constantemente, lo que a su vez produce que se deshidraten. Para evitar esto, la experta recomienda tomar un vaso de agua entre trago y trago.

Alerta roja
La deshidratación severa es mortal. Se debe acudir inmediatamente a una clínica u hospital para recibir hidratación intravenosa. Sus síntomas son: escasez de lágrimas al llorar, ojos hundidos, piel reseca y poco elástica, latidos cardíacos rápidos, ausencia de orina, mareos y fontanela de la parte superior de la cabeza hundida —en niños pequeños—.

Contacto
Carolina Lairet. Especialista en nutrición clínica. Unidad de Nutrición Integral y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Centro Médico de Caracas. Teléfono: (0212)555.92.88

El Estímulo