Una alimentación sana es un pilar básico de una vida saludable, pero también es clave en la prevención del cáncer. Estar bien nutrido mantiene el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Se estima que la mitad de los cánceres podrían prevenirse adoptando un estilo de vida saludable. En este artículo, te mostramos una lista de hábitos que ayudan en la prevención del cáncer según la ciencia. Conoce cuáles son y ponlos en práctica para mejorar tu vida.
Una de las enfermedades de las que más se habla en la actualidad es el cáncer, pues según estima la Sociedad Española de Oncología Médica(SEOM), se diagnostican más de 200.000 casos de cáncer en este país. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que en el año 2020 unas 250.000 personas sufrirán cáncer en España.
¿Qué debemos saber sobre el cáncer?
Es importante entender que la aparición de algunas células malignas en el organismo es inevitable. Pero no llegan a convertirse en un cáncer si el organismo está equilibrado y si no lo estimulamos con factores “detonantes” que empujen a que la enfermedad se instale.
La clave está en actuar sobre las células potencialmente tumorales y sobre las que las rodean, lo que conforma el microambiente tumoral, y en conocer y evitar algunas causas que lo favorecen.
Según los investigadores del Anderson Cancer Center de Houston (EE. UU.), los factores genéticos son los causantes del 5-10 % de los cánceres, mientras que las causas ambientales representan alrededor del 90 % de los casos. De ello, se deduce que una parte importante de los cánceres pueden prevenirse con la práctica de hábitos saludables.
Hábitos que ayudan en la prevención del cáncer
Cuando se habla de estilo de vida saludable, la dieta es de vital importancia, pero también lo son el ejercicio físico o mantener el estrés controlado.
1. Mantén un buen peso
Mantén un peso saludable a lo largo de la vida. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de cáncer y recidivas, ya que se han relacionado con una inflamación sistémica de bajo grado que se caracteriza por la elevación de citoquinas inflamatorias.
Esta condición está relacionada con el desarrollo de enfermedades, ya que produce una alteración del sistema inmunitario.
2. Comida saludable y la prevención del cáncer
Una alimentación sana es un pilar básico de una vida saludable, pero también es clave en la prevención del cáncer. Estar bien nutrido mantiene el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Los estudios realizados sobre los efectos positivos de comer verduras y frutas afirman que son importantes en la lucha contra el cáncer, porque aportan nutrientes que ayudan a reparar las células dañadas. Por eso, es necesario consumir al menos cinco porciones diarias.
Además, según el American Institute for Cancer Research, debemos evitar el consumo excesivo de carne roja y los alimentos procesados, restringiéndose a momentos puntuales.
3. No fumes
Uno de los hábitos más perjudiciales para la salud es fumar, que causa muchos enfermedades, entre ellas el cáncer. La OMS estima que el 22 % de las muertes por cáncer tienen su origen en este mal hábito. Dejar de fumar no es fácil, pero es una elección sabia que muchas veces cuesta tomar.
Fumar, además de provocar muertes por cáncer, también causa infartos, problemas cardiovasculares, fatiga crónica y muchas más condiciones perjudiciales para el organismo.
4. El ejercicio físico en la prevención del cáncer
El ejercicio físico es uno de los hábitos más saludables que podemos llevar a cabo. Nuestra salud cardiovascular mejora, quemamos calorías en exceso y también ayuda a prevenir muchas enfermedades, entre ellas el cáncer. Realizar de 3 a 5 sesiones semanales (30-60 minutos) a la semana es lo ideal para notar los beneficios sobre la salud y prevención del cáncer.
5. Evita la proliferación de las células tumorales
Otro dato interesante es que podemos crear condiciones para que las células tumorales no se multipliquen. Uno de los ejemplos es incluir en nuestra alimentación sustancias que ayuden en la reparación celular como son los antioxidantes.
Las crucíferas (todas las variedades de col), las hojas de color verde oscuro y el ajo son los alimentos que han probado un mayor efecto inhibidor sobre la proliferación cancerígena, gracias a los polifenoles que contienen.
Los vegetales ricos en carotenos, como zanahoria, boniato, tomate, caqui y albaricoque contienen provitamina A y, en algunos casos, licopeno, sustancias que inhiben la división de las células dañinas.
6. Practica alguna técnica de relajación
Es clave esforzarse en tener el estrés a raya. Dentro de los factores ambientales, encontramos los factores psicoemocionales, que también pueden desencadenar (debido a una mala gestión del estrés) un proceso de enfermedad.
De ahí la importancia de realizar prácticas que ayuden a mejorar la gestión de ese estado, como puede ser el mindfulness, el ejercicio físico o un mayor contacto con la naturaleza.
Finalmente, esperamos que esta información te haya sido útil y que las tengas en cuenta. Recuerda que el cáncer se puede evitar siguiendo estos buenos hábitos que ayudan en la prevención del cáncer, además de haciendo controles rutinarios y manteniendo una vida saludable. reseña mejorconsalud