La mayoría de nuevas infecciones de VIH en Estados Unidos registradas en el 2016 fueron causadas por personas no diagnosticadas, o que lo sabían pero no estaban bajo tratamiento, de acuerdo con un reporte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) divulgado este lunes.
Según el informe, cerca del 80 % de los nuevos casos se dieron por contagio de un 40 % de quienes no sabían que tenían el virus de la inmunodeficiencia humana o no estaban bajo cuidado médico.
Las autoridades estiman que cerca de un 1,1 millón de personas tenían el VIH en Estados Unidos en 2016, de las cuales 38.700 fueron infecciones nuevas, dice el reporte.
“Esta nueva información muestra el tremendo impacto que podemos tener en cuanto a la ayuda de todos los estadounidenses que viven con VIH, al saber su diagnóstico rápido para recibir tratamiento…”, declaró el director de los CDC, Robert Redfield, tras dar a conocer los hallazgos de la investigación.
El informe, que fue presentado hoy durante la Conferencia Nacional de Prevención de VIH, destaca la importancia del diagnóstico y tratamiento del virus para prevenir el riesgo de transmisión.
“Tenemos una oportunidad sin precedente para acabar con la epidemia de VIH que afecta a Estados Unidos. Debemos eliminar la notoria brecha que existe en la prevención y tratamiento (…) y debemos empezar ahora”, indicó por su parte el subsecretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Brett Giroir.
Un informe de los CDC publicado en febrero dijo que la paulatina disminución en las infecciones por VIH registradas en Estados Unidos se ha estancado y el número de nuevos casos se ha estabilizado en los últimos años, para situarse en 38.700 en 2016.
El informe, que proporciona los datos más recientes sobre las tendencias del VIH en el país desde 2010 hasta 2016, mostró que después de cinco años de disminuciones sustanciales, la cantidad de infecciones comenzó a estabilizarse en unas 39.000 por año a partir de 2013.
El Gobierno anunció recientemente un programa denominado “Acabando con la epidemia de VIH. Un plan para Estados Unidos”, cuyo objetivo es enfocarse en principio en las áreas geográficas con mayor incidencia del virus, para reducir el número de infecciones en un 90 % en diez años.
De acuerdo con datos de los CDC dados a conocer a principios de este año, los hispanos y los afroamericanos son afectados desproporcionalmente por el virus; los primeros alcanzan un 26 % de los casos diagnosticados en el 2016 y los segundos un 44 %.