Puede parecer repugnante, pero ya 2000 millones de personas alrededor del mundo incluyen insectos en su dieta gracias al alto contenido de nutrientes y sus bajos precios, ¿serán los insectos la comida del futuro?
En la actualidad hay más de 7300 millones de habitantes en el mundo según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sin embargo se estima que antes del 2030 lleguemos a los 8500 millones de personas, muchas bocas que alimentar ¿no crees?
Con una sobrepoblación a la vuelta de la esquina, es difícil producir suficientes alimentos a los que el ser humano está acostumbrado, hay escasez de tierras para las actividades agrícolas y ganaderas y deforestar no es una opción viable.
Así que, ¿cómo se alimentarán tantas personas? Es allí donde aparecen los insectos, con hasta 2111 especies comestibles de insectos y arácnidos según la Universidad Wageningen de Países Bajos, proporcionándonos un opción diversa.
Debido a la posible escasez de alimentos comunes como carne, pollo y pescado, tendremos que variar nuestro menú, ya sea con hormigas, grillos, escarabajos y muchos otros insectos.
Una opción nutritiva y ecológica:
Muchos análisis han destacado que los insectos son un excelente alimento, ya que son ricos en proteínas, vitaminas, hierro y grasas saludables, llegando a ser más nutritivo que muchas carnes rojas.
De hecho, ciertos gusanos son una excelente fuente de proteínas, acompañado de una importante cantidad de vitaminas para tener un organismo más sano.
Además, la cría de insectos no necesita de mucha agua, lo que ahorraría considerablemente el uso de este recurso en comparación con las actividades ganaderas, que necesitan hasta 60 litros diarios por ganado.
Por otra parte, el 80% de la mayoría de estos animales es comestible, al contrario de la vaca, por ejemplo, que solo se aprovecha el 40% de su cuerpo.
La cría de insectos favorece al medio ambiente, gracias a que requiere de un espacio reducido, necesita poca agua, no produce altas cantidades de gases contaminantes como el gas metano de los cerdos o vacas, y sería más económico.
Sin embargo, el reto es hacer de los insectos un alimento agradable para la población, a pesar que muchos ya lo consumen desde hace bastantes años, gran parte de la población occidental le repugna el solo pensar en comer insectos.
El socioecólogo de la Universidad de Edimburgo, Peter Alexander, afirma que esta nueva dieta será un proceso lento en la cultura occidental, asegurando que el simple hecho de ingerir insectos como penitencia en programas de entretenimiento es un obstáculo para el cambio.
A pesar de todo se están dando pequeños pasos para lograr el cambio, el mercado de los insectos comestibles es reducido pero va aumentando poco a poco, se ha creado la alternativa al insecto entero pasando a la harina de insecto mezclada con otros cereales, lo que incrementa la aceptación. reseña culturizando