Millones de personas en diferentes países están obligadas a permanecer en cuarentena estos días y algunas recurren al alcohol para aliviar el estrés que les genera el encierro. ¿Qué consecuencias puede tener este comportamiento?
“Tomar alcohol durante el autoaislamiento para relajarse y levantar el ánimo puede llevar a la dependencia”, explicó el director del Centro Científico sobre Drogodependencia de Moscú, Evgueni Briun, a la agencia de noticias Moskvá.
Este especialista recordó que el efecto subjetivamente agradable que provocan las bebidas alcohólicas no es natural ni dura mucho tiempo, ya que el ser humano se adapta rápido y, después, necesita una dosis cada vez mayor para alcanzar ese estado, hasta que la sobriedad se convierte en un estado incómodo.
Así, la persona “se vuelve incapaz de disfrutar de la vida sin estimularse, se pone de mal humor, se irrita” y “empieza a tener problemas de sueño”, mientras que las ingestas de alcohol “no le ayudan a quitar esos síntomas”.
Finalmente, Evgueni Briun avisa que toma durante el tratamiento contra el coronavirus puede provocar serias complicaciones: las bebidas alcohólicas anulan el efecto de los medicamentos y parte del alcohol se libera del organismo por la respiración, lo que vuelve a los pulmones más vulnerables ante una infección.