El exfoliante natural con azúcar que destruyo todas las manchas y arrugas de mi piel

Mantener una buena higiene en todo nuestro cuerpo es de gran importancia para estar saludables. Sin embargo, no toda la maleza de la piel es retirada con agua y jabón. La grasa y las células muertas son invisibles a la vista, pero también es necesario que las eliminemos.

Para lograr esto, es necesario que apliquemos algún exfoliante mientras nos bañemos. Si no prestamos atención a este problema que no se resuelve con agua y jabón, nuestra piel se ira deteriorando lentamente.

Pero como hemos visto en otros artículos, el limón es muy bueno a la hora de limpiar nuestra piel. Este ingrediente mezclado con otros productos puede formar el mejor exfoliante casero para la piel. A continuación, te mostraremos cómo preparar dos exfoliantes: uno para el rostro y otro para el cuerpo.

Exfoliante para el rostro

Qué necesitaremos:

  • Limón (1 unidad).
  • Avena (2 cucharadas).
  • Aceite de oliva (½ cucharada).

Preparación y uso:

Para comenzar necesitaremos tener a mano una licuadora. En ella echaremos la avena y la licuaremos hasta que se haya convertido en un polvillo fino. Ahora, la echaremos en un recipiente y la mezclaremos con el aceite de oliva. Luego pasaremos a mezclar muy bien hasta que consigamos una pasta suave. A continuación, y sin dejar de mezclar, echaremos lentamente el zumo de limón.

Sin falta cada día pongo aceite de coco en mi boca durante 20 minutos. ¿Quieres saber por qué?

Esta mascarilla exfoliante la aplicaremos en nuestro rostro humedecido con suaves movimientos circulares. Esto irá limpiando nuestros poros y eliminando la piel muerta. Dicho procedimiento lo debemos repetir 3 veces por semana y en poco tiempo veremos mejoras notables.

 

Exfoliante para el cuerpo

Qué necesitaremos:

  • Limón (1 unidad).
  • Sal marina o azúcar (5 cucharadas).
  • Aceite de oliva (1 cucharada).

Preparación y uso:

Inicialmente mezclaremos el aceite de oliva con el azúcar o la sal, según escojamos. Ahora, picamos el limón y extraemos todo el zumo posible. Este jugo lo mezclaremos con el aceite de oliva hasta que se forme una pasta suave.

En medio de la ducha y con la piel húmeda, aplicarás esta crema exfoliante con movimientos circulares. Este proceso lo debes realizar hasta cubrir todo tu cuerpo con la pasta. Cuando la piel se vea un poco rosada, es una señal de que ya está totalmente limpia.

Nota: al frotar la piel, hazlo de tal forma que elimines la mugre, pero no tan fuerte que irrite tu piel. Si aun teniendo mucho cuidado al aplicártela presentas enrojecimiento o irritación severa en la piel, descontinua su uso.

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