Descubren una proteína que podría ser clave en el tratamiento contra el cáncer

Un reciente estudio publicado en la revista Science por científicos italianos ha identificado una proteína clave que parece «alimentar» el crecimiento del cáncer. La investigación, realizada por un equipo de expertos del Instituto de Investigación en Cáncer de Milán, revela que la proteína en cuestión, conocida como «proteína p62», desempeña un papel crucial en la proliferación de células cancerígenas.

Para entender esto, hay que hablar de la NIC, es decir, la inestabilidad cromosómica, que se traduce en la segregación incorrecta de cromosomas —que se asocia con un mal pronóstico y resistencia a la quimio—, como explica el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI, por sus siglas en inglés).

La NIC, a su vez, conduce a la formación de micronúcleos, cuerpos extranucleares anormales que se encuentran ampliamente en las células cancerosas.

P62, la proteína que puede servir de marcador del cáncer

Es este «caos celular» lo que provoca una serie de errores a la hora de segregar cromosomas cuando se da la división celular, lo que fomenta la producción de las células tumorales.

«Descubrimos que el receptor autofágico p62/SQSTM1 modula la estabilidad micronuclear, influyendo en la fragmentación y los reordenamientos cromosómicos», señalan en el estudio coordinado por el profesor Stefano Santaguida del Instituto Europeo de Oncología.

De manera que, según este informe, al proteína p62 actúa como un regulador de los micronúcleos y puede servir como un marcador que pronostique los tumores con CIN alto.

Como señalan los investigadores en el estudio, los niveles elevados de p62 se asocian con un aumento de los «reordenamientos cromosómicos» en las células del cáncer y en los tumores de alta inestabilidad cromosómica, lo que señala a esta proteína como un posible marcador pronóstico para dichos tumores.

De tal forma que si se logra inhibir la proteína p62, esto podría servir para fortalecer a las células contra ese caos celular limitando, así, el crecimiento tumoral. «En este trabajo, identificamos un mecanismo crítico por el cual p62 regula la estabilidad micronuclear al influir en la reparación de la envoltura», concluye el estudio.