Su consumo brinda un gran número de beneficios para la salud debido a su elevado perfil nutricional
por INFOBAE
Las semillas de girasol son las semillas comestibles que se encuentran en el interior del capítulo o flor del girasol (Helianthus annuus).
Tienen forma ovalada y suelen presentar una cáscara externa dura de color gris o negro, que protege el núcleo comestible de color crema.
Se consumen crudas, tostadas o saladas, y también se utilizan en la elaboración de aceites, barras de cereal, panes y otros productos alimenticios mediante los cuáles se pueden obtener sus beneficios.
Pero, además de su gran versatilidad en la cocina, su consumo brinda un gran número de beneficios para la salud debido a su elevada concentración de nutrientes tales como vitaminas, minerales, fibra y grasas saludables y sobre sus propiedades curativas te contamos a continuación.

Cuáles son las propiedades curativas de las semillas de girasol
Como mencionamos, las semillas de girasol contienen diversos compuestos que se asocian con propiedades benéficas para la salud. Entre sus principales propiedades destacan:
- Fuente de vitamina E: Contribuyen a la protección celular frente al daño oxidativo, gracias a su alto contenido de este antioxidante.
- Aporte de grasas saludables: Proveen ácidos grasos insaturados, que apoyan la salud cardiovascular y ayudan a reducir el colesterol LDL.
- Ricas en minerales: Son fuente de magnesio, selenio, fósforo y hierro, que participan en funciones esenciales del organismo como la formación ósea, función inmunológica y producción de energía.
- Contribución al bienestar de la piel: La presencia de vitamina E y ácidos grasos favorece la salud cutánea.
- Efecto antiinflamatorio: Los antioxidantes y ciertos ácidos grasos pueden ayudar a disminuir inflamaciones leves.
- Apoyo al sistema inmunológico: Sus nutrientes ayudan a fortalecer las defensas naturales del cuerpo.
- Aporte de fibra: Favorecen el tránsito intestinal y la salud digestiva.

Cómo consumir semillas de girasol para obtener sus beneficios
Las semillas de girasol pueden incorporarse de diversas formas en la alimentación diaria para aprovechar sus beneficios:
- Crudas o tostadas: Se pueden comer directamente como snack, preferentemente sin sal ni azúcares añadidos.
- En ensaladas: Añadir un puñado de semillas a ensaladas aporta textura y nutrientes.
- En yogur o cereales: Espolvorear semillas de girasol sobre yogur, granola o avena.
- En panes o repostería: Incorporarlas en la preparación de panes, galletas o barras de cereal.
- Molidas: Triturar las semillas para utilizarlas como cobertura o para agregar a batidos.
- Aceite de girasol: Utilizar aceite prensado en frío para ensaladas u otras preparaciones en frío.

Para obtener los beneficios, se recomienda consumir una porción de aproximadamente 20 a 30 gramos al día, como parte de una dieta variada.
Optar por semillas sin cáscara y sin aditivos favorece una mejor absorción de nutrientes