La fiebre es un mecanismo natural del cuerpo para combatir infecciones. Sin embargo, cuando esta se eleva demasiado puede suponer un riesgo, por lo que debemos tomar medidas para bajarla y controlar sus síntomas.
En algún momento, cualquiera de nosotros podemos sentir que tenemos más temperatura corporal, junto con otros síntomas o malestares. Si no estamos ante una situación de gravedad, es importante saber qué podemos hacer para bajar la fiebre.
En este artículo compartimos información sobre qué es la fiebre y qué debemos tener en cuenta. Siempre es positivo tener una noción básica de primeros auxilios para aliviar algunos trastornos leves de salud. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la fiebre?
La fiebre es una aumento de la temperatura corporal. En muchos casos es una señal de que estamos sufriendo algún tipo de infección. Como respuesta, nuestro cuerpo eleva la temperatura para combatir al patógenocon el fin recuperar la salud. En estos casos, la fiebre no es grave, no requiere tratamiento e, incluso, es útil.
La temperatura corporal puede variar en función de la edad, el momento del día o la actividad que estemos realizando. También la parte del cuerpo donde tomamos la temperatura es importante. En este sentido, se considera fiebre a partir de:
- Axila: 37,2 °C.
- Boca: 37,8 °C.
- Arteria temporal, el oído o el recto: 38 °C.
Recomendamos usar un termómetro digital. Hoy en día son el sistema más eficaz y exacto. Además, es más efectivo tomar la temperatura en la boca (debajo de la lengua) que en la axila. En cambio, en el caso de bebés se suele tomar la temperatura rectal.
Fiebre o febrícula
Además, tenemos que tener en cuenta la gravedad de la fiebre. Si solo se trata de 1 grado más de lo habitual se la considera febrícula. Es decir, sería fiebre ligera o suave. Otros síntomas frecuentes que acompañan la fiebre son los siguientes: escalofríos, temblores, dolor, ojos vidriosos o sensación de frío.
¿Debemos bajar la fiebre?
Tal como hemos dicho, la fiebre suele ser un síntoma más de una enfermedad. Por tanto, si la fiebre es leve, lo importante es facilitar el descanso del enfermo y tratar de aliviarle las molestias. Por ejemplo, en el caso de una gripe.
Es importante tener en cuenta que tomar medicación para bajar la fiebre cuando esta no es elevada no va a acelerar la curación de la enfermedad.No obstante, hay algunos consejos que podemos tener en cuenta y que nos pueden ser de gran utilidad.
Consejos a tener en cuenta
Beber mucho líquido
En primer lugar, el mejor consejo que podemos darte para bajar la fiebre, tanto en adultos como en niños, es el de aumentar la ingesta de líquido. Este consejo, además, es fundamental si también sufrimos riesgo de deshidratación por diarreas o vómitos.
Además de agua, también podemos optar por jugos naturales de frutas y hortalizas. Estos nos aportarán una gran cantidad de nutrientes. Por ejemplo, la vitamina C, la cual es muy beneficiosa para combatir infecciones. La contienen la acerola, la guayaba, el kiwi, la fresa, los cítricos, etc.
Infusión de jengibre
Debemos saber que algunas plantas medicinales como el jengibre pueden ser útiles para ayudar a bajar la fiebre de manera natural. No obstante, esto no significa que siempre sean efectivas o que debamos prescindir del tratamiento médico.
Sin embargo, sí que podemos tomarlas en infusión ante una fiebre inicial y algunos síntomas de gripes, catarros, etc. En este caso, el jengibre es una buena opción. El rizoma de esta planta ayuda a controlar la fiebre y, además, aporta calor al organismo para facilitar la sudoración y aliviar la sensación de frío.
Analgésicos
Los analgésicos son el medicamento más habitual para tratar el dolor y la fiebre. Pueden darnos un alivio temporal cuando sentimos molestias importantes. No obstante, siempre recomendamos consultar con un profesional de la salud.
A rasgos generales, solo se recomiendan para adultos. En el caso de niños deberemos siempre extremar las precauciones y seguir la dosis indicada por el médico o el fabricante del fármaco.
Por último, ten en cuenta que si la fiebre aumenta o no remite, o presentas otros síntomas de alerta, deberás acudir al médico lo antes posible. No menosprecies los dolores intensos, las dificultades para respirar o el riesgo de deshidratación, reseña Mejor con Salud