Un intestino permeable es la condición que ocurre cuando se desarrollan espacios entre las células (enterocitos) que conforman la membrana que recubre la pared intestinal.
Estos pequeños espacios permiten que las sustancias como los alimentos no digeridos, desperdicios metabólicos y bacterias, que debieron ser confinados por el tracto digestivo, escapen por su torrente sanguíneo—de ahí el término síndrome de intestino permeable.
Una vez que la integridad de la mucosa intestinal se ve comprometida y haya un flujo de sustancias toxicas “escapándose” a su torrente sanguíneo, su cuerpo experimenta un aumento significativo de inflamación.
También, su sistema inmunológico podría confundirse y comenzar a atacar a su propio cuerpo como si fuera su enemigo (autoinmunidad).
Muy a menudo, el síndrome del intestino permeable está asociado con la enfermedad de intestino inflamado como Crohn y enfermedad celiaca. Pero incluso algunas personas saludables podrían tener diversos grados de permeabilidad intestinal que conducen a una gran variedad de síntomas de salud—y esto podría estar altamente influenciado por los alimentos que usted elije comer.
Los Granos Contienen Anti-Nutrientes
En muchos países, se nos dice que los granos (especialmente granos enteros) son parte importante de una alimentación balanceada, y que son necesarios para obtener nuestras porciones diarias de nutrientes y fibra saludables.
Sin embargo, de acuerdo con un gran número de expertos, incluyendo el Dr. Loren Cordain, profesor de la Universidad del Estado de Colorado y experto en el estilo de vida Paleolítico, los humanos NO están diseñados para comer granos, y comerlos, podría en realidad ser dañino para su intestino.
El Dr. Cordain explica:
“El cuerpo humano no requiere granos. Ese es el problema con las recomendaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en ingles). Ellos consideran que estamos ligados como especies para comer granos. Usted puede sobrevivir fácilmente con los nutrientes necesarios para su cuerpo sin la necesidad de comer granos. Y los granos son definitivamente fuentes pobres de vitaminas y minerales comparados con las frutas y vegetales, carnes y pescado.”
Irónicamente, debido a que a menudo nos dicen que los cereales integrales son los mejores para nuestra salud, la porción de salvado alto en fibra—la parte importante que hace a los granos enteros—contiene en realidad muchos anti nutrientes. Pero ese no es solo el único problema, ya que existen fuentes superiores de nutrientes; los granos en realidad contienen anti nutrientes que pueden dañar su salud. El Dr. Cordain dice:
“Los granos son las semillas de las plantas. Son su materia reproductora y las plantas no hacen sus semillas reproductoras para regalárselas a otros animales. Si eso fuera el objetivo, ya se hubieran extinguido. Por lo tanto la estrategia evolutiva que muchas plantas, particularmente los granos del cereal, han tomado para prevenir la depredación es desarrollar compuestos tóxicos para que el depredador de las semillas no pueda comerlas, para que puedan colocar las semillas en el suelo donde se suponen que deben estar para convertirse en una nueva planta y no en el intestino de un animal para alimentarlo.”
Los Granos – Especialmente los Granos Enteros—Aumentan la Permeabilidad Intestinal
Hay una creciente evidencia científica que muestra que los granos, así como las legumbres, contienen anti nutrientes y otras sustancia problemáticas que pueden aumentar la permeabilidad intestinal. Esto incluye:
Gliadina
La gliadina es una proteína principal inmunotóxica encontrada en el gluten de trigo y es una de las más dañinas para su salud. La gliadina le proporciona al pan de trigo su textura y su capacidad de aumentar la producción de la proteína intestinal zonulina, que a su vez abre espacios en las coyunturas normalmente estrechas entre las células intestinales (enterocitos).
Con la enfermedad celiaca, el cuerpo formara anti cuerpos a la gliadina después de haber sido ingerida por el tejido transglutaminase del intestino enzimático, causando un daño auto inmune severo a las superficies delicadas del intestino. Sin embargo, no requiere que la enfermedad celiaca esté completamente desarrollada para sufrir los efectos adversos de la proteína. De hecho es muy probable que nuestra intolerancia a la gliadina y a las proteínas de trigo relacionadas, sea una intolerancia de una especie específica, aplicable a todos los seres humanos, con la diferencia de que este es un problema que causa daño.
Esto nos ayuda a explicar porque la nueva investigación muestra claramente que la gliadina aumenta la permeabilidad intestinal en las personas con o sin la enfermedad celiaca.
Lectinas
Las lectinas son el mecanismo clave mediante el cual las plantas se protegen para no ser comidas, y se encuentran en concentraciones más elevadas en su forma de semilla—lo cual tiene sentido considerando que las semillas son las plantas “bebés” y que cuya sobrevivencia asegura la continuidad de su especie.
Cuando los animales consumen alimentos que contienen lectinas, ellos pueden experimentar irritación digestiva, junto con una amplia gama de problemas de salud. El grado en que los efectos secundarios se expresan, depende en gran medida del tiempo en que las especies han tenido que co-evolucionar consumiendo esa forma particular de alimentos de plantas. Debido a que los humanos han estado consumiendo granos no germinados y frijoles en grandes cantidades por aproximadamente 500 generaciones, todavía sufrimos mucho más que ciertos roedores y pájaros que han tenido más de miles de generaciones para adaptarse a esta manera de alimentarse.
Nosotros somos más susceptibles a las lectinas de los granos, frijoles, productos lácteos y plantas solanáceas como la papa, jitomate, y chiles. Sin embargo, el pan de trigo (Triticum aestivum) juega un papel muy importante en los efectos secundarios inducidos por la lectina, debido al hecho de que es una forma relativamente nueva de trigo y contiene germen de trigo aglutinina (WGA por sus siglas en ingles)—una lectina particularmente problemática y resistente, tomando en cuenta que no se elimina a través de la germinación y de hecho se encuentra en altas concentraciones en el trigo integral.
Algunos estudios indican que tiene el potencial de contribuir a una gran variedad de efectos de salud secundarios, incluyendo inflamación intestinal y daño en el tracto gastrointestinal.
Un Nuevo Informe Advierte Sobre el Azúcar en los Cereales Promocionados para Niños
Una de las formas más comunes en la que consumimos granos es en forma de cereales, muchos de los cuales son promocionados para los niños y adultos como «alimentos saludables». Pero los cereales no son nada saludables, no sólo por el grano que contiene, sino porque muchos (sobre todo los de los niños) contienen cantidades excesivas de azúcar.
Un nuevo informe del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en ingles), reveló que muchas marcas populares de cereales para niños contienen más azúcar que los pastelitos y galletas. Por ejemplo, una taza de Kellogg’s Honey Smacks, tiene casi el 56 por ciento de azúcar por peso, tiene más azúcar que un Twinkie, mientras que una taza de otros 44 cereales para niños contienen más azúcar que tres galletas Chips Ahoy!
Si necesita un resumen de por qué el azúcar es un desastre de salud, usted puede encontrar uno aquí. Sin embargo, en lo que respecta a la permeabilidad intestinal, usted debe saber que el azúcar, como los cereales, puede alterar el equilibrio de las bacterias en su tracto digestivo, favoreciendo el daño a la mucosa intestinal que puede conducir a la permeabilidad intestinal. Por lo tanto, los cereales azucarados para los niños son un arma de doble filo, perjudican a su tracto gastrointestinal frágil tanto con el azúcar como con los granos. Por favor hágales un gran favor a sus hijos y mejor ofrézcales un desayuno saludable.
¿Los Granos Están Causándole los Síntomas de Intestino Permeable? Este Alimento es un «Antídoto»
Como lo puede sospechar, un intestino permeable puede causar síntomas digestivos como cólicos, hinchazón, gas y dolor abdominal, pero también puede causar o contribuir a muchos otros síntomas como la fatiga, erupciones cutáneas, dolor en las articulaciones, alergias, síntomas psicológicos, autismo y mucho más.
Es un círculo vicioso, ya que una vez que su sistema digestivo ha sido dañado, permite que diversos contenidos intestinales inunden su torrente sanguíneo, donde causan estragos en su salud. La clave para prevenir esto se encuentra al alterar su alimentación y eliminar el consumo de estos alimentos – incluyendo los azúcares y cereales – así como introducir alimentos más sanos que apoyen un adecuado equilibrio de bacterias en su intestino. Para restaurar la salud del intestino, y evitar que se produzca síndrome del intestino permeable, es esencial comer alimentos tradicionalmente fermentados.
¿Sera Apropiado para Usted la Dieta de Paleo?
Durante el período Paleolítico, muchos miles de años atrás, la gente comía principalmente verduras, frutas, nueces, raíces y carne y una amplia variedad de la misma. Hoy en día, estos productos básicos se han sustituido en gran medida por el azúcar refinada, jarabe de maíz de alta fructosa, cereales, pan, papas y productos lácteos pasteurizados… y una selección mucho más reducida de frutas, hortalizas, raíces y frutos secos.
Esta es precisamente la receta para un intestino permeable y de todos sus problemas de salud asociados. Por esa simple razón el regreso a la dieta de Paleo, el comer alimentos que son concordantes con su ascendencia genética puede ayudar a estar más saludable. Esto incluye concentrarse en los alimentos enteros, sin procesar, incluyendo vegetales (excepto el maíz y papas), y carnes orgánicas libres de corral, evitando los azúcares y granos.
Como lo afirma el Dr. Cordain:
«Las cualidades nutricionales de los alimentos modernos procesados y alimentos introducidos durante el Neolítico son discordantes con nuestro genoma antiguo y conservador. Esta discordancia genética en última instancia, se manifiesta como diversas enfermedades crónicas, que han sido denominadas como «enfermedades de la civilización”. Mediante la reducción severa o eliminación estos alimentos y reemplazarlos por una alimentación más saludable, que poseen cualidades nutricionales en concordancia con lo que comían nuestros antepasados, es posible mejorar la salud y reducir el riesgo de enfermedades crónicas «.