La aplicación de relajantes musculares de uso tópico puede ayudar a disminuir la tensión, la hinchazón y otros problemas que derivan dolencias.
Los dolores musculares pueden aparecer por múltiples causas, sin importar la edad o el momento. A menudo se originan tras un sobreesfuerzo físico o una lesión; sin embargo, también pueden ser la señal de una afección o problemas de mayor cuidado.
En cualquier caso, como es de esperarse, quienes lo padecen buscan soluciones para acelerar su recuperación y paliar las molestias que ocasionan. Por fortuna, además de los tratamientos convencionales, hay remedios 100% naturales que brindan interesantes beneficios.
Relajantes musculares de uso tópico que debes probar
A menudo, los dolores musculares se combaten con reposo y algunos analgésicos y antiinflamatorios convencionales. Sin embargo, desde siempre han existido otro tipo de opciones terapéuticas que ayudan a aliviarlos. En este caso, proponemos una serie de relajantes musculares de uso tópico a partir de ingredientes naturales.
1. Preparado de laurel y aceite de almendras
El primer recomendado para combatir los dolores musculares naturalmente es nada más y nada menos que el laurel. Esta planta tiene propiedades antirreumáticas y antiinflamatorias que resultan útiles para aliviar la rigidez, hinchazón y dolor.
Por lo anterior, este producto relajante puede aplicarse en caso de dolores lumbares, tortícolis o traumatismos musculares. Asimismo, se puede incluir como parte del tratamiento de los dolores articulares.
Ingredientes
- 5 hojas de laurel
- Aceite de almendras (150 ml)
Preparación
- Primero, tritura las hojas de laurel y viértelas en un frasco de vidrio.
- Luego, cúbrelas con el aceite de almendras y tápalo.
- Ponlo a macerar en un lugar fresco y oscuro, durante 7 días.
Modo de uso
- Pasado el tiempo aconsejado, filtra el aceite y aplícalo sobre los músculos tensionados.
- Masajea hasta sentir alivio.
2. Consuelda y vitamina E, uno de los mejores relajantes musculares de uso tópico
La pomada de consuelda con vitamina E es un producto natural que permite promover el alivio de dolores musculares leves o por golpes. Su aplicación a través de masajes mejora la circulación y acelera el alivio del dolor y la hinchazón.
Ingredientes
- 10 cucharadas de aceite de aguacate (150 ml)
- 4 cucharadas de raíz de consuelda molida (60 g)
- Cera alba (35 g)
- 6 gotas de aceite de vitamina E
Preparación
- Primero, agrega el aceite de aguacate en un frasco y mézclalo con la raíz de consuelda molida.
- Sella el frasco y deja macerar el producto durante 2 semanas.
- Posteriormente, filtra el aceite y reserva.
- Calienta la cera alba y mézclala con el aceite filtrado.
- Envasa en un recipiente limpio y agrega la vitamina E.
- Espera que repose hasta que se solidifique.
Modo de uso
- Toma una pequeña cantidad de pomada y frótala sobre los músculos que deseas relajar.
3. Preparado natural con pimienta de cayena y aceite de bebé
Si deseas un relajante muscular rápido y natural, prueba este preparado con pimienta de cayena y aceite de bebé. Como lo respaldan diversas investigaciones científicas, el compuesto activo de la pimienta, la capsaicina, tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que disminuyen el dolor.
Debido a esto, su aplicación tópica puede ser útil para reducir el dolor en los músculos maltratados y las dificultades circulatorias. No dudes de usarlo tras hacer actividades deportivas o trabajos cuyo esfuerzo físico fue significativo.
Ingredientes
- 1 cucharadita de pimienta de cayena molida (5 g)
- 10 cucharadas de aceite de bebé (150 ml)
Preparación
- Mezcla la pimienta de cayena con el aceite de bebé hasta que queden bien integrados.
Modo de uso
- Toma un poco de aceite con pimienta de cayena y masajea los músculos doloridos.
- Repite su uso siempre que lo consideres necesario.
¡Para tener en cuenta!
Todos los relajantes musculares de uso tópico son beneficiosos para reducir los dolores musculares. Sin embargo, no están exentos de causar reacciones alérgicas en algunas personas. Por eso, antes de usar el producto en su totalidad, lo ideal es hacer un pequeña prueba en una de las áreas de la piel.
En caso de irritación, comezón o cualquier efecto indeseado, suspende su uso y enjuaga con abundante agua fría. Si pasados unos minutos no hay reacción alguna, úsalo sin problema. reseña mejorconsalud