El ex diputado y dirigente del oficialismo William Ojeda, opinión a través de un artículo que el consumo de la carne “ni de lejos es la única fuente de proteína”.
Presuntamente el dirigente trató de disimular la falta que tienen los venezolanos para la compra de la carne por los altos y constantes incrementos en su precio asegurando que para poner carne en la mesa de la humanidad “es mucho el sacrificio que se le aplica al planeta”.
Mientras Ojeda “justifica” dicha falta, en Venezuela las personas se encadenan por falta de comida, los sueldos no alcanzan para la cesta básica y para completar las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), “tienen debilidades”.
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La carne es una fuente privilegiada de proteína pero no es ni de lejos la única, es apenas una que por cierto, su consumo excesivo tiene efectos secundarios dañinos para la salud del ser humano.
El tema delicado del asunto es que para poner carne en la mesa de la humanidad es mucho el sacrificio que se le aplica al planeta, tanto en los llamados recursos naturales como el agua, así como en dolor y sufrimiento a millones de animales, nuestros compañeros en la creación.
Es inaudito, por ejemplo, que se gaste la mayor cantidad de agua dulce del mundo en extensos cultivos a fin que estos sirvan de alimento para una vasta legión de reses (ganado vacuno) y así, por ejemplo, permitir el consumo ilimitado de los Estados Unidos, el máximo consumidor de carne del mundo.
Es mentira que la ingesta carnívora tenga que ver con la belleza ni nada que se le parezca.
En estos días habló de este tema la espléndida comunicadora Karen Bitton, quien confesó que es absolutamente vegetariana, que el consumo de la carne le parece una locura; bueno y si a su belleza y esbeltez nos remitimos, la carne no le ha hecho falta para cultivar tanto equilibrio y exuberancia estética. Hermosas palabras, hermosa imagen.
CD