Ya estamos en los días de la Navidad. Se aproxima, para quienes practicamos el cristianismo católico, el nacimiento de Jesús. Es una buena ocasión para unirnos como una gran familia venezolana para, a pesar de las enormes dificultades por las que atraviesa el país, recibir el día de la Navidad con la alegría del triunfo que obtuvimos el 6 de diciembre.
El gobierno sigue empeñado en dañarles la Navidad a los venezolanos y esto lo consideramos inaceptable, porque el pueblo quiere tranquilidad en estos días de unión familiar. La elecciones pasaron hace dos semanas y luego de la gran victoria unitaria, Maduro y los suyos continúan torpemente buscando la manera de ensuciar el resultado con patadas de ahogado, y en el fondo el objetivo es sembrar temor e intranquilidad en el pueblo venezolano, así como desviar la atención y rehuir de su responsabilidad en la crisis.
Ya demasiado mal le han hecho a nuestro país durante 17 años. Ha sido incalculable todo el daño que han causado y pretenden empañar otro diciembre más. No les basta con la crisis económica por la que todos atravesamos, no es suficiente con las colas que no han podido erradicar, sino que también pretenden llenar a todos de miedo e intimidación con sus discursos trasnochados. La gran realidad es que no superan la estruendosa derrota que recibieron como castigo de un pueblo decidido a cambiar y abrirle la puerta a un futuro mejor.
El 6 de diciembre fue un día verdaderamente histórico, porque más allá del resultado extraordinario, observamos una voluntad cívica impresionante del pueblo para cambiar. Los venezolanos vencieron el miedo y salieron a recuperar su democracia. Siempre sostuve que los valores democráticos de nuestros fundadores están enraizados en el pueblo y así se demostró el 6D. Por esta razón, haga lo que haga el gobierno y diga lo que diga, no van a lograr perturbar el ánimo de alegría y paz del pueblo, que por encima de las dificultades, siente la tranquilidad de haber triunfado y se dispone a celebrar su Navidad.
No funcionarán ni las artimañas judiciales que planean, ni mucho menos el Parlamento Comunal que se hizo polvo cósmico al nacer. Esa figura no existe en la constitución, por lo que está viciado por ilegal e ilegítimo. El pueblo escogió a sus legítimos representantes el 6D y el 5 de enero tomaremos posesión como lo establecen la Constitución y el articulo 2 del Reglamento Interior y de Debates de la AN.
Quiero desear desde mi columna una feliz Navidad a todos los venezolanos. Esta Navidad más que pedirle al Niño Jesús, hay es que agradecerle porque se ha iniciado un nuevo ciclo en Venezuela.
@williamsdavila