EL 16 DE DICIEMBRE DE 2004 en mi columna Runrunes, para ese entonces solo en el diario El Universal, comenté acerca de la relación del embajador de España en Caracas, Raúl Morodo, con el presidente Hugo Chávez. Morodo fue nombrado por el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, del PSOE, apenas llegó al poder ese año tras reemplazar al gobierno de José María Aznar quien había sido acusado por Chávez de haber participado en el golpe contra él en el 2002.
Traigo a colación esta crónica ahora que aparece un hijo de Morodo, Alejo, que cobró al menos 3,8 millones de euros en comisiones de la petrolera estatal venezolana. Pdvsa instrumentando la mayor parte de los pagos a través de una sociedad pantalla panameña con cuenta en Suiza, una empresa a nombre de fiduciarios de la que Alejo Morodo reconoció su titularidad al diario El Español de Madrid.
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Según ha podido acreditar documentalmente El Español “los pagos de Pdvsa al hijo del diplomático socialista Raúl Morodo, que fue embajador de España en Venezuela bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, comenzaron poco después de que su padre abandonase el cargo, concretamente en agosto de 2008. A partir de esa fecha y hasta 2013 se sucedieron decenas de transferencias realizadas por supuestas labores de “asesoría jurídica”. Buena parte de estos cobros fueron percibidos por Alejo Morodo a través de una sociedad instrumental panameña denominada Furnival Barristers Corporation, con domicilio en Plaza 2000 Building, 50 TH ST, con cuenta en el Credit Suisse de Ginebra con la siguiente numeración: CH 67048351435769620100. El resto los percibió a través de su bufete madrileño, Aequitas Abogados y Consultores Asociados, S.L.”
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Tras la publicación del runrun en 2004, que coloco más abajo, recibí la llamada del embajador y me reuní con él varias veces mientras estuvo en Caracas. Como político, Morodo está considerado una figura histórica de la Transición española, siendo cofundador con Enrique Tierno Galván del PSP (Partido Socialista Popular) y su secretario general hasta 1978. Su admiración por Fidel Castro –la que confesó a Hugo Chávez en el aposento presidencial en el segundo piso del Palacio de Miraflores, mientras el presidente le hacía bromas con un lorito que repetía incesantemente: “Viva Chávez”– le valió que le colocara un teléfono de la red interministerial para que por allí conversara con Fidel cuando le provocara, pues “a Fidel le puse una extensión de nuestra red oficial”, le habría dicho el mandatario. En un informe del embajador a su canciller, Miguel Ángel Moratinos, Morodo describió el desorden personal de Chávez tanto en su entorno gubernamental como en su vida personal. Fumar, repetir el café varias veces al día, desorden en las comidas, gusto por el pisillo de chigüire y horarios extraños para dormir y comer. Igualmente sus deseos de vengar a Guaicaipuro por haberlo asesinado los conquistadores de España. Un día Chávez lo llamó a Miraflores y Morodo se fue de inmediato. Para su sorpresa el caudillo lo invitó a viajar con él en su avión presidencial para “un viajecito de ida y vuelta de unas dos horas al interior del país”. Cuando aterrizó la aeronave estaban en La Habana. Chávez le presentó a los hermanos Castro y el viaje duró hasta el otro día. Morodo no tenía más ropa con él y así terminó el viaje de unas 30 horas. Tal fue la relación que de allí vino la presentación del hijo a Rafael Ramírez, presidente de PDVSA, antes de que terminara su cargo en Venezuela en 2007. Ramírez fue en ese mismo viaje a Cuba.
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Aquí nuestra nota:
RUNRUNES EL UNIVERSAL 16/12/2004
LINEA DIRECTA: Recién llegó a Caracas como embajador del Reino de España, Raúl Morodo Leoncio, y reunió al personal de la embajada para advertirles que “de ahora en adelante se acababan los flirteos con la oposición al gobierno de Chávez en esta delegación diplomática que ha venido siendo cuestionada por el apoyo del anterior embajador a los golpistas de abril del 2002”. A muchos sorprendió el ímpetu chavista que demostraba este catedrático venido a diplomático no de carrera, aunque ya antes había ocupado la representación española ante la Unesco y Portugal debido a que informes de la prensa española, en mayo de 2004, daban cuenta de “sus excelentes relaciones con el ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez; haber sido fundador del PSP (Partido Socialista Popular) con Tierno Galván y ser amigo íntimo de Alfonso Guerra, líder del PSOE, y del duque de Suárez”…
EMBRUJO: Morodo quien alguna vez fue crítico del régimen cubano siente hoy una gran admiración por Fidel Castro demostrada en distintas ocasiones públicas y privadas y ese enorme interés en la revolución cubana lo convirtió de inmediato en un ferviente seguidor y admirador a la vez de la revolución pretendida por Hugo Chávez en Venezuela. Además, contando con el visto bueno de su superior, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha ido estrechando lazos con los más connotados personajes del régimen chavista. So pretexto de mejorar las relaciones, la cercanía del embajador con el gobierno de Chávez ha prendido algunas luces de alarma en España. Un informe confidencial llegado al Congreso de los Diputados da cuenta del establecimiento por parte de Morodo “de un despacho completo en la residencia en el Country Club fuera de la Cancillería de la embajada en La Castellana, para sostener reuniones privadas con funcionarios del Gobierno y así no se den cuenta sus subalternos en la embajada de dichos encuentros ni de sus conversaciones telefónicas. Hoy por hoy el Señor embajador, la mayor parte de las veces, prefiere despachar desde la residencia”. Lo más grave según el documento es “el establecimiento de una línea telefónica directa de la red intergubernamental venezolana (teléfonos interministeriales de la Casa Militar) para sus comunicaciones con el alto gobierno chavista. Sólo otro embajador, el de Cuba, Germán Sánchez Otero (“El Komissar”) tenía hasta ahora ese privilegio revolucionario”…
MONTAJE: Todo el “follón” que se armó en Madrid con las “inoportunas” declaraciones del Presidente venezolano durante su visita oficial a Madrid fue perfectamente planificado por Morodo con el canciller Moratinos. “No hay puntada sin dedal” nos comenta un amigo que nos llama desde España. Ya antes de la llegada del venezolano estaban listas las acciones mediáticas para crear el revuelo en torno a la participación o no del gobierno de Aznar en el golpe de abril del 2002. Por un lado servirían al gobierno de Rodríguez Zapatero para revivir las acusaciones contra el Partido Popular añadiéndole las investigaciones de los hechos madrileños del 11/3 y por otro volvería a poner en el tapete el caso venezolano para que ese caudal informativo diera apoyo internacional a la propuesta del fiscal general venezolano, Isaías Rodríguez, de revisar la sentencia del TSJ en torno a esos hechos. Contactos más allá de las fronteras darían impulso a las declaraciones de Jorge Castañeda, ex canciller mexicano, acusando al gobierno de Aznar de haber propiciado un rápido reconocimiento al efímero e inexistente gobierno de Carmona. También eso sirvió para que el Gobierno salvadoreño desestimara el asilo a Vivas y Forero. Todo bien hilvanado. Como Chávez juramentó la misma noche del viaje a Alí Rodríguez como canciller tuvo que explicarle apresuradamente en el avión presidencial y en Madrid lo acordado con los funcionarios españoles. “No extrañe que la cuerda española reviente por lo más fino…”.
Así reseñó la noticia el Diario El País de Madrid del 20/5/2019
Cuatro detenciones en el registro a Raúl Morodo, exembajador español en Venezuela, por blanqueo
La Audiencia Nacional investiga al diplomático por cobrar por informes ficticios a PDVSA, la empresa petrolera estatal, a través de Panamá y otros países latinoamericanos
La Policía Nacional ha desarrollado esta mañana varios registros por blanqueo de capitales en oficinas y casas vinculadas al expolítico socialista Raúl Morodo, que fue embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007 durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En la operación, que ha impulsado el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, se ha detenido a cuatro personas, entre ellas, Alejo Morodo, hijo del exembajador. Los otros tres detenidos, un socio de este último y las esposas de ambos, les ayudaron, presuntamente, a aflorar el dinero. Se les atribuye el blanqueo de al menos cuatro millones de euros extraídos ilícitamente de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
Así reseñó la noticia el diario “El Español” este 20/5/2019
Detenido el hijo de Raúl Morodo y su socio por presunto blanqueo de 4M de la venezolana PDVSA
La Policía Nacional ha detenido esta mañana al empresario Alejandro Morodo, hijo del exembajador español en Venezuela, Raúl Morodo, por un presunto delito de blanqueo de capitales procedentes de la petrolera venezolana PDVSA.
En el marco de una operación de la Fiscalía Anticorrupción y del Juzgado Central de Instrucción número 1, los agentes han registrado las oficinas de Raúl Morodo y su hijo en Madrid y han detenido a éste último, a su socio y a otras dos personas que le habrían ayudado a aflorar en España el dinero procedente de la petrolera pública PDVSA bajo la apariencia de un contrato de asesoría legal. Según adelantó EL ESPAÑOL en una información publicada en 2016, el hijo de Raúl Morodo habría comenzado a recibir los pagos de PDVSA poco después de que éste abandonara el cargo de embajador de España en Venezuela bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero.