Los distintos apagones y fallas que se han presentado en el Servicio Eléctrico Nacional (SEN) obedecen a la falta de inversión y mantenimiento, descuido, mala gerencia y corrupción en un servicio tan importante para la vida y desarrollo del país.
No podemos olvidar, ni pasar por alto que la crisis eléctrica comenzó en el año 2009, motivado a que en el Plan de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (2003-2007) solo se añadió el 20% de los megavatios planificados; situación que llevó a que el expresidente Hugo Chávez declarara la emergencia eléctrica y creara el Ministerio de Energía, afirmando en aquel momento que para el 2011 tendríamos el mejor sistema eléctrico del Continente.
En 25 años de revolución se destinaron más de 100 mil millones de dólares al sector eléctrico nacional, recursos que se esfumaron dentro del enrarecido ambiente psuvista y que hoy día provoca una grave crisis en el servicio eléctrico, que nada tiene que ver con las sanciones.
Merecen un capítulo aparte, estados como Mérida o Zulia, en donde no sabemos sin son apagones o alumbrones lo que ocurre en estas entidades; lo cierto es que la situación que viven en estas regiones los compatriotas es de terror, al vivir en una constante incertidumbre, producto de no tener ningún tipo de información.
De nada sirve tener suficientes plantas generadoras, si estas no funcionan, bien sea porque están malas o simplemente porque no hay combustible para que operen de manera óptima.
La verdad aunque no lo reconozcan es que los equipos están agotados por falta de mantenimiento. Y no hay forma que pueda ir recuperándose el sistema, sin que exista no solo una verdadera inversión (sin que se roben el dinero), sino que se haga el mantenimiento respectivo, pero además con un plan rígido de racionamiento; donde los venezolanos estemos claros del horario que podremos contar con el servicio, mientras se recupera en sistema.
Urge descentralizar el SEN e incluir al sector privado, así como dejar el populismo a un lado, y comenzar a cobrar lo que cuesta. No pueden seguir dependiendo del Estado los servicios públicos, el cual no está en capacidad de financiar su funcionamiento; subsidiar solo a quien lo necesite, sin que esto afecte la recuperación y posterior estabilidad de este sector.
Las fallas eléctricas contribuyen a hacer inviable cualquier plan de recuperación de la economía nacional, razón por la cual desde Unidad Visión Venezuela tenemos claro que es prioridad la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional, porque la realidad en la Venezuela de hoy es que tenemos alrededor de un tercio de la electricidad que requerimos funcionando, y así es imposible recuperar la economía, porque simplemente sin energía eléctrica no es viable la inversión para alcanzar el crecimiento económico que requerimos, y con ello lograr la productividad y la rentabilidad necesaria que nos lleve a obtener en el mediano plazo ese bienestar que nos merecemos.
Lo cierto es que en los últimos 5 años no hemos visto una política seria destinadaa resolver el cada vez más grave problema de la electricidad. Solo vemos acciones espasmódicas que no tienen objetivo concreto. A pesar de la depauperación de nuestras Universidades, todavía hay en ellas recursos humanos con los que pudiéramos hacer una verdadera planificación que nos conduzca a la solución de un problema que impide, entre otras cosas, una verdadera recuperación económica. .
Omar A. Ávila H.
Diputado a la Asamblea Nacional