El “supermercadazo” es en mi opinión, una de las estocadas finales que está implementando el gobierno con la esperanza de arrasar con lo poco que queda de alimentos en la empresa privada; y por necesidad, tengamos que migrar al Clap, previa inscripción al carnet de la miseria.
Si de verdad la Sundde quisiera frenar la especulación, debería hacerle una visita a los militares para que estos le expliquen la situación, ya que son ellos los que manejan todo lo que se produce, importa, se transporta y se vende en el país. Ellos deciden a dónde van los alimentos, a quién y a cuánto se le venden los productos.
Por otro lado vemos que seudo y acomodaticias leyes van y vienen desde la Asamblea Nacional Constituyente chimba, como la Ley de Protección del Salario, que a mi juicio va a ser tan útil como por ejemplo el Viceministerio de la Suprema Felicidad o la Agricultura Urbana.
Nicolás “mentira fresca”, entre otra nos sale a los caraqueños con el supuesto Plan Caracas Socialista 2025. Semanas atrás vimos a un Castro Soteldo decir que: “el aumento debe medirse por la paz alcanzada y no por la capacidad adquisitiva” –mayor estupidez-, o a Saúl Ortega que dijo: “que los aumentos de sueldo no influyen en la inflación”; esta aseveración no puedo catalogarla con otra palabra que no sea la de la ignorancia. Por último, nombrando esta competencia entre quienes nos desgobiernan por quien dice la peor barbarie, recuerdo al ministro Ovalles que afirmó que: “Venezuela tiene el salario más alto de América Latina”, lo que sin duda, no es más que cinismo descarado.
Este gobierno que ha lanzado tres satélites, pero que culpa de todo a cualquiera, que ya ni siquiera para decir las mentiras se ponen de acuerdo, mejor ejemplo es lo ocurrido en los últimos días del año 2017 con el pernil, y que fue el inicio de esta ola de protestas que se han desencadenado a lo largo y ancho del territorio nacional, contabilizando más de 400 protestas y alrededor de 110 saqueos, en donde vemos que producto del socialismo del siglo XXI y de la mal llamada revolución, vimos entre este número de saqueos a pueblo contra pueblo peleándose por unos plátanos, como si este vendedor de plátanos fuera “imperialista”, yéndome a la “lógica” de los voceros del régimen.
Mientras todo esto ocurre la realidad es que la inflación anual en la República del Congo es la mitad de la que tenemos nosotros en la actualidad en un solo mes. Donde el resultado de las “medidas” tomadas como el lanzamiento del Petro, de la aprobación de otras leyes por la ANC chimba, como la Ley Contra la Guerra Económica y la de Inversión para la Soberanía, así como la extensión de Decreto de Emergencia Económica por parte del Ejecutivo, es que el imparable dólar terminó la semana en 178.000 bolívares o lo que es igual a 178 millones de los viejos, antes que el intergaláctico le quitara los tres ceros a nuestro aporreado bolívar “fuerte”, en el año 2008.
Y después de regresar de vacaciones los dialogantes asisten a otro sitio vacacional, nos encontramos que el resultado del acuerdo, negociación, exploración o no se cuantos otros calificativos se le dio a este encuentro entre el gobierno y la oposición oficialista en República Dominicana, es cero acuerdo; y en donde el único ganador es el régimen que desde agosto hasta la fecha ganó seis meses. Y es que cuando no se aplica la lógica o esta es poca y los intereses muchos, ahí tenemos a un gobierno que sigue afianzando peligrosamente su proyecto Plan de la Patria 2019-2025.
Mientras, la hambruna y la desesperación popular, detona a cada momento, en cualquier lugar del país hay saqueos, trancas y enfrentamientos de pueblo contra pueblo, ante una autoridad impotente y excedida en sus capacidades de control del orden público.
Omar A. Ávila H.
Diputado a la Asamblea Nacional
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