Cuándo los intereses comerciales, empresariales y en general económicos están por encima de los intereses del país, sucede lo de Fuerza Vecinal.
Fuerza Vecinal es un partido que ha nacido y crecido desde el poder (su nicho ha sido municipal, captando cuadros de otras organizaciones políticas por puro interés), y su esencia gira en torno a mantenerlo, y si eso implica romper la unión táctica necesaria para desplazar el sistema autocrático desde el cual se desarrolló, lo hará.
Sin embargo, una cosa son sus intereses cupulares y otro el interés mayoritario de sus bases, que giran en torno a construir una alternativa política distante de los vicios de algunos partidos tradicionales.
En este momento crucial, dónde hasta un importante sector de la izquierda , del chavismo crítico y del exchavismo comprende que tácticamente la candidatura de Edmundo González, más que una discusión programática, válida y necesaria en democracia, es la representación de la salida de la autocracia por vía electoral hasta ahora, las bases de Fuerza Vecinal no tengo duda, se distanciarán de la decisión de sus cúpulas y se sumarán a la candidatura que ofrece la posibilidad de una transición real.
La unión táctica por la democracia en Venezuela no permite vacilaciones, si la cúpula de Fuerza Vecinal no apoya a Edmundo González, eso habla bien de su candidatura y lo que representa.