Nelson Bocaranda: Runrunes del 15 de mayo de 2020

ALTO – NICOLÁS EN LA TORMENTA PERFECTA

Leo, escucho y veo en estos dos meses de cuarentena diferentes exámenes, conversas, razonamientos, transmisiones en vivo (vía Zoom, la herramienta global más utilizada en pandemia), charlas y cuestionamientos variopintos desde distintas organizaciones, individuos, medios, personalidades, analistas, grupos empresariales y políticos, haciendo ejercicios sobre la realidad que vivimos y el cambiante futuro que espera a la humanidad.

De las notas tomadas en estos dos meses, referente al Gobierno venezolano y el coronavirus, hago una recopilación: “El fascinante mundo de la meteorología nos brinda la expresión ‘tormenta perfecta’ para definirnos cuando una situación se ha agravado inusual y drásticamente debido a la confluencia en tiempo y lugar de una serie de eventos que normalmente no se presentan juntos”.

Este razonamiento viene al caso porque en los últimos días tres extraordinarios expertos y analistas explican con mentalidad analítica, científica -sin pasiones ni emociones-, lo que actualmente vivimos en Venezuela y los tres, sin ninguno saber lo de los otros dos, han coincidido en que para aspirar a entender lo que hoy ocurre en Venezuela debemos apelar al término o expresión “tormenta perfecta”.

Para sorpresa nuestra, los tres enjundiosos expertos han coincidido en que esta tormenta perfecta venezolana es de diseño, de autoría propia del actual inquilino del Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro.

Primero, la pandemia

La epidemia del coronavirus llega a nuestro país encontrándonos en la más precaria situación financiera, es decir, sin ahorros, sin flujo de caja y, dramático, sin capacidad ni solvencia alguna de pedir prestado. Ya hay países que han montado solicitudes de auxilio y financiamiento y han obtenido favorable respuesta. Otros han apelado a sus propios ahorros o capacidades internas de generar dinero. El autor de esta, nuestra realidad, es Nicolás Maduro, hegemón desde 2013 de nuestras finanzas o lo que queda de ellas.

Segundo, la ruina

La locomotora que pudiera ayudarnos a empujar y salir de esta eventualidad generando caja, garantizando préstamos, facilitando financiamientos, Petróleos de Venezuela, está en la ruina, desmantelada, endeudada, inoperante, incapacitada inclusive de pagarle al fisco nacional a tiempo. Recordemos que no hace mucho PDVSA era una de las cinco primeras empresas petroleras del mundo. El autor de esta realidad es Nicolás Maduro, en solidaridad con la gestión de su antecesor, el difunto Hugo Chávez Frías. Ambos encontraron a la industria produciendo más de 3 millones de barriles diarios de petróleo y hoy no llega siquiera a 700.000 barriles por día.

Tercero, sin producción nacional

El aparato productivo nacional -desde el campo hasta los servicios pasando por la industria- opera a cerca del 30 % de lo que es su capacidad real. Es decir, por mucho que quieran, los denominados “actores económicos” están incapacitados para satisfacer los bienes y servicios que apoyarían a la población venezolana a transitar la pandemia del coronavirus con un mínimo de sus necesidades básicas satisfechas. El autor de esta realidad es Nicolás Maduro, con sus ya incontables leyes habilitantes, programas de reactivación de inspiración cubana y expresados a través de expropiaciones, cierres, tomas, regulaciones, confiscaciones con un esquema de ejecución en la cual la corrupción y la ineficiencia son sus dos mayores características.

Cuarto, el desplome de los servicios básicos

Los servicios básicos que mayormente benefician a las poblaciones menos favorecidas, como son agua, luz, transporte y seguridad, hoy solo reflejan atentados contra la sobrevivencia y el bienestar de las mayorías. Comunidades y barrios sin electricidad, urbanizaciones en la propia ciudad de Caracas sin agua y los servicios de transporte, urbano y extraurbano, sin capacidad de movilizar a los ciudadanos. No existen los eficientes acueductos de antes. La corrupción acabó con el sector eléctrico y hasta el Metro de Caracas, orgullo de los venezolanos, es hoy zona roja. ¿El creador y promotor de esta eventualidad?, pues Nicolás Maduro quien bajo su única discrecionalidad designó a todo un elenco de incapaces que destruyeron estos servicios.

Quinto, la peor infraestructura sanitaria de América Latina

La pandemia mundial del coronavirus aterriza en nuestro país mientras los organismos rectores de la sanidad a nivel mundial señalan que, hoy por hoy, la venezolana es una de las peores infraestructuras prestatarias de servicios de salud de América Latina. Hospitales en ruinas, sin dirección científica ni médico asistencial. Equipamiento destruido. Fuga de cerebros a su máxima expresión. El personal profesional y auxiliar sin dotación ni asistencia social. “Un hospital sin agua o sin luz simplemente no es un hospital. No puede ser un hospital. Hay que llamarlo de otra manera”, señalaba un experto. “El sistema hospitalario venezolano es uno de los más vulnerables de América Latina”, describió otro especialista.

¿Quién es el responsable? Pues la ya difícil de seguir lista de ministros de salud que -bajo el cobijo de una supuesta ayuda mil millonaria de dudosos médicos provenientes de La Habana, Cuba- ha logrado que la desasistencia y la mala calidad de la medicina se adueñe de estas instalaciones. “Más allá de la opacidad e inconsistencia con que el régimen maneja desde hace muchos años las cifras y datos del sector salud, no es aventurado afirmar que en todo el sector público no hay más de 90 camas de terapia intensiva con sus correspondientes ventiladores en buen estado” indicó en estos días un experto en una trasmisión satelital.

Sexto, sin gasolina

Para terminar de definir “la tormenta perfecta”, Nicolás Maduro personaliza la incapacidad que tienen ahora todas nuestras refinerías para producir gasolina y, simultáneamente, sea su persona el obstáculo infranqueable para que el sistema internacional pueda suministrar con regularidad este bien al parque automotor e industrial venezolano.

Hoy agricultores, ganaderos, industrias, comercios, colegios, autobuseros y taxistas se ven en la necesidad de pagarle a un uniformado de verde entre uno y dos dólares por litro para que en un mercado negro se pueda disponer de 20 o 30 litros de gasolina, luego de participar en interminables colas por ocho y nueve horas.

Esta es la tormenta perfecta que estamos viviendo innecesariamente. Es la tormenta perfecta de quien ocupa Miraflores. Con mucha precisión lo definió recientemente uno de nuestros más destacados economistas de rango internacional: “… fácil es explicar cómo salir de esto, lo difícil es comprender cómo llegamos, cómo llegamos a esta tormenta perfecta…”

MEDIO – El DR. MICHAEL PENFOLD, PIES EN TIERRA

PIES EN TIERRA

Así podría definir al Dr. Michael Penfold especialista en políticas públicas y gobernanza con amplia experiencia en asesorías a diferentes países de la región a través de las últimas décadas. Este egresado del IESA y de la Universidad de Nueva York estuvo en las directivas de Conapri y la CAF.

En una entrevista con la colega Blanca Vera Azaf, en HispanoPost, Penfold hace un crudo y realista análisis de la crisis venezolana. De sus palabras extraigo algunos de los puntos más relevantes para el momento que vivimos bajo el Gobierno de Maduro:

“Es evidente que el país enfrenta un deterioro económico, político y social tan pavoroso -cuyo origen está en una revolución que quiere aferrarse al poder a cualquier costo- que hace que la dinámica de supervivencia del régimen y la política de una parte importante de la oposición de promover un quiebre interno por la vía de la fuerza nos haya terminado llevando cada vez más cerca de una espiral de violencia política.

Lo preocupante es que esa dinámica muy probablemente se mantenga por un tiempo, pues nadie tiene incentivos reales de abandonarla mientras este conflicto político continúe teniendo un carácter existencial y el país continúe en una dinámica de grandes ganadores y grandes perdedores.

El problema central que tiene Venezuela es que el régimen percibe que no tiene más opciones que resistir en el poder y que eso tiene menos riesgos que abandonarlo;

Y la oposición piensa que la única forma de lograr una transición democrática es por medio de crear capacidades que hagan que las amenazas sean creíbles o simplemente incrementando el costo de sostenerse a través de más sanciones.

Estamos viviendo literalmente una guerra de supervivencia política. El problema es que esa dinámica, cuya principal causa fue el desmontaje de toda la institucionalidad democrática del país y el haber cerrado las salidas constitucionales y electorales para sostener por la fuerza a la revolución, hizo que el costo social y económico de este proceso sea el mismo que el de un país con una guerra civil.

El tema no es retórico. El lenguaje político de guerra tiene consecuencias, y lo viven los venezolanos con una crisis humanitaria como nunca la ha tenido América Latina; y esa es quizás la peor herencia del chavismo, el haber concebido la política de esa forma. Todo o Nada. Amigo y Enemigo. Revolución o Muerte. La oposición tampoco ha sabido responder adecuadamente frente a esa dinámica del lenguaje.

Guaidó llegó donde lo hizo no solo por la presión internacional exclusivamente. Antes de que Guaidó ascendiera a la presidencia de la Asamblea Nacional, ya había mucha presión internacional, pero todos pensaban que la oposición venezolana estaba liquidada. Ese diciembre fue probablemente uno de los más tristes de la historia contemporánea.

Curiosamente, su sorpresivo ascenso en enero de 2019 se logró porque se había realizado un trabajo previo en el plano doméstico de muchos meses y contra grandes intereses políticos. Se cerró filas alrededor del pacto parlamentario, se logró enmarcar la crisis institucional alrededor de la falta de legitimidad de los comicios presidenciales de mayo de 2018, se logró denunciar el cerco institucional a la Asamblea Nacional y se movilizó a la sociedad para restaurar el orden constitucional y buscar una salida democrática. Solo luego vino el apoyo internacional. En el fondo, se trazó una línea política orientada a construir una coalición nacional por la democracia.

Sin embargo, muy pronto, ese objetivo fue sustituido por una estrategia de ambivalencia que se resume en “todas las opciones están sobre la mesa e incluso debajo de la mesa”, que subrepticiamente volvía a privilegiar lo internacional y la fuerza por encima de lo doméstico; lo cual le ha permitido a grupos avanzar con iniciativas que han sido muy problemáticas como la del puente Simón Bolívar o el 30 de abril o con la construcción de amenazas creíbles, como el TIAR, que han terminado siendo muy contraproducentes, o esta última exploración que hace quedar a grupos internos muy radicales, que parecieran operar incluso fuera del G4, explorando salidas insurreccionales financiadas quien sabe cómo.

Tampoco ha ayudado creerse en la práctica que se es un Gobierno cuando no tienes de facto control sobre el territorio. A mí me parece que la imagen de Guaidó saltando una verja para entrar a la Asamblea Nacional es mucho más poderosa como político que un Guaidó en flux con una bandera de Venezuela luciendo como un presidente que en la práctica no existe o caminando por alfombras rojas por todo el mundo.

La oposición al aceptar ser Gobierno se burocratizó, al ponerse a gastar se arriesgó a escándalos por corrupción, al no montarse sobre el tema humanitario se volcó sobre las sanciones, se olvidó de que estaba liderando una rebelión democrática y social, y se montó en una retórica también muy belicista (de más sanciones, narcoestado e incluso intervención) auspiciada por diversos factores nacionales e internacionales.

Lo que quiero decir es simple: la oposición debe volver a construir su estrategia sobre sus verdaderas fortalezas y no sobre unas debilidades en las que nunca va a poder superar al régimen.

Y esas fortalezas vienen dadas por la amplitud de una coalición política y social; por su capacidad de movilizar a la población para buscar una salida electoral; apuntalando la única institucionalidad democrática que queda en el país que es la Asamblea Nacional; conectándose socialmente con los problemas de la gente y las regiones; impulsando la legitimidad que tiene la demanda social de restaurar el orden constitucional y democrático y alineando a toda la comunidad internacional detrás de ese objetivo y no solamente fijando una política exterior perfectamente acorde con los intereses, muchas veces electorales, de Estados Unidos por más importante que ese apoyo pueda resultar”.

BAJO – OPERACIÓN GEDEÓN… DE COMIQUITAS

OPERACIÓN GEDEÓN… DE COMIQUITAS

El trabajo de investigación de Tal Cual y otros medios libres detalló cómo “La Operación Gedeón”, nombre con el que se conoció el plan que buscaba derrocar al gobernante Nicolás Maduro, fue frustrada en las playas de La Guaira la mañana del 3 de mayo. Dicho trabajo destaca que con más de un mes de antelación el dirigente oficialista Diosdado Cabello desvelara, el 28 de marzo de 2020, toda la trama conspirativa en su programa Con el mazo dando.

Ese día, en un programa especial transmitido el sábado 28 de marzo en vez del acostumbrado día miércoles, Cabello detalló “una operación –planificada en el extranjero– con la que se pretendía detener a Nicolás Maduro y otras autoridades para entregarlas al Gobierno de Estados Unidos”.

Uno de los actores principales de la operación Gedeón era el mayor general Clíver Alcalá Cordones, en situación de retiro desde 2013 y quien desde 2016 se mostró crítico al gobierno de Maduro. El 26 de marzo de este año –después de que el Gobierno venezolano diera detalles de la supuesta conspiración y que la administración de Donald Trump ofreciera 15 millones de dólares por él tras ser vinculado al narcotráfico–, Alcalá grabó un video explicando parte del plan. Por ello el régimen se ufanó de haber desvelado, atajado y eliminado a buena parte de los “mercenarios” que llegaron en unas pequeñas lanchitas con motor fuera de borda hasta la playa de Macuto y otros que fueron capturados en la playa de Chuao, en el estado Aragua.

El resultado fue “una chapuza de operación” -que pareció una broma malvada para acabar con la vida de algunos conspiradores- de la mano de un exmilitar estadounidense del que no se sabrá -por ahora- de qué lado jugaba. Un individuo con antecedentes y operaciones muy cuestionadas en varias partes del globo.

Como cualquier personaje de Soldiers of fortune o un carnavalesco Rambo, esta funesta figura, Jordan Goudreau, hasta llegó a invocar un supuesto contrato con firmas de gente cercana a Guaidó donde aseguraba que si fracasaba -la absurda operación con supuestamente 800 hombres que iba a infiltrar en Venezuela- también le debían pagar varios millones de dólares. Llegó inclusive a anunciar por las redes sociales su planeada operación.

El asunto fue lo más parecido a una charada si no fuera por los lamentables muertos y la violación a los derechos humanos que de seguro sufrirán los detenidos en la Colonia Tovar y Puerto Cruz. El plan así lució marcado por el régimen de principio a fin y anunciado en detalle, no en uno, sino en varios programas de los medios oficialistas. Las impolíticas -y carentes de toda estrategia- apariciones de colaboradores y asesores de Guaidó en CNNE y demás medios internacionales tampoco ayudaron al sector opositor.

Luego vinieron unas declaraciones poco convincentes por no decir torpes. Siguió el propio Juan Guaidó, quien trata de enmendar la plana a posteriori señalando el 12/5 que manejaba información de que militares “hacían labores de contrainteligencia en el exilio para promover a la dictadura. Hemos reunido toda la evidencia para demostrar el financiamiento de esta operación ante la justicia internacional… el régimen logró con esa incursión financiada, asesinar a personas, desaparecer cuerpos y sembrar presos”.

Pasan los días y, en vez de destituirse a los supuestos firmantes Vergara y Rendón desde el primer momento que se supo públicamente de la contratación del mercenario, se optó por solicitarles sus renuncias, argumentando con palabras muy formales y poco convincentes.

En resumen, están ocurriendo situaciones extrañas en el sector opositor -por ejemplo, el fallido alzamiento militar del 30 de abril de 2019 que permitió inclusive que archienemigos militares se volvieran a hablar- un tanto chapuceras, improvisadas y de una inocencia supina ante un régimen que hace todo lo posible por aferrarse al poder y eliminar toda disidencia, toda libertad, toda información que no convenga a sus intereses o lo desnude ante el mundo.

A estos lamentables sucesos se les vincula con el incremento de lo que se ha dado por denominar “falta de conexión con la agenda de la gente.” Pareciera que hay sectores convencidos de que son suficientes YouTube, Facebook o Instagram para tener relación con el pueblo, sin evaluar que cada día estas herramientas se ven más reducidas ante la escasez de teléfonos inteligentes y la conexión a redes en las zonas populares.

Igualmente, son muchos los analistas políticos y los estudiosos del entorno opositor que les achacan muchas de esas erradas decisiones “al partido” o a “los partidos”. No se entiende cómo, después de tantas fallidas situaciones, las directivas de los partidos no se ponen de acuerdo. Todo ello tiene una lamentable y directa consecuencia: influyen en el deterioro de la imagen de Juan Guaidó, quien sabe el riesgo de perder todo lo sembrado y cosechado en los ámbitos nacional e internacional.

Mientras, nos preguntamos: ¿será la escasez de gasolina la que decida la duración del confinamiento, que aprovecha el régimen para contener a la población en sus muy variopintas protestas en todo el territorio nacional? Protestas que reflejan el estado de sobrevivencia y la rabia de los venezolanos por la falta de agua, gasolina, luz, comida, trabajo, medicinas y transporte. Todos estos renglones están cada día peor.

Sin mencionar la desatada delincuencia que en las oficiales “zonas de paz” como Petare, en Caracas, presencian a diario los enfrentamientos entre bandas armadas que controlan los barrios que -en algunos casos- muestran mejor armamento y equipos que las fuerzas militares y policiales sin que el gobierno accione contra ellas. Complicidades muy peligrosas para el resto de los venezolanos.

Igual de grave es que estos desafortunados eventos dejan en un segundo o tercer plano la pandemia de covid-19 que asfixia al globo terráqueo, con lo que eso significa para un país donde las crisis hospitalaria, de salud y de alimentación tienen años empeorando.

MÁS DATOS DE LA PANDEMIA

Surgen nuevos grupos en países elogiados por exitosas luchas de coronavirus. A medida que el mundo se enfrenta a la pandemia, varias naciones en Asia han sido reconocidas por la forma de frenar la propagación dentro de sus fronteras. Pero frente al coronavirus, la victoria puede ser esquiva y fugaz.

Y a medida que varios países ejecutan acciones para levantar las medidas destinadas a frenar la propagación de la covid-19, los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud instan a los gobiernos y al público a mantener una “vigilancia extrema” para evitar una nueva ola de infecciones.

Singapur, que alguna vez fue un modelo por su velocidad y eficiencia en el rastreo de los contactos de personas infectadas, ha visto sus casos aumentar a más de 23.000 a medida que el virus se propagó en dormitorios para trabajadores extranjeros…

* Funcionarios en Wuhan, la ciudad china donde comenzó el brote y que celebró su reciente apertura tras más de dos meses de encierro, dijeron que evaluarían a los 11 millones de residentes después de que se confirmaron seis nuevos casos esta semana. El nuevo grupo de casos, el primero registrado allí desde abril, estaba relacionado con un hombre que se enfermó en marzo pero no fue examinado. Se recuperó y luego cayó enfermo nuevamente el mes pasado.

En el norte de China, la ciudad de Shulan, cerca de la frontera con Rusia, ha sido declarada de “alto riesgo” después de que 15 personas fueron infectadas, en casos que se remontan a una mujer de 45 años. Pero aún no está claro cómo atrapó el virus…

* Las autoridades volvieron a cerrar una ciudad completa debido a un rebrote de COVID-19. Los ciudadanos de Jilin solo pueden abandonar el lugar si puede verificarse que dan negativo al test de SARS-CoV-2 y se ponen en cuarentena, anunció el gobierno de esa provincia este miércoles 13/5. La ciudad nororiental de Jilin es la capital de la provincia del mismo nombre y está a unos 1000 kilómetros de Pekín. Allí se registraron 6 nuevos contagios a nivel local, y la ciudad ya acumula una treintena de nuevos casos en la última semana. Por eso, las autoridades decidieron suspender todos los servicios ferroviarios (incluido el tránsito) desde este miércoles y hasta nuevo aviso, como medida de prevención. También cerraron los cines y los gimnasios…

* Y en Corea del Sur, que ha sido pionera en el uso de tecnología para el rastreo de contactos, han surgido más de 100 casos nuevos después de que un hombre infectado visitó bares y clubes en un distrito de vida nocturna de Seúl. El alcalde ordenó que los locales nocturnos se cerraran indefinidamente…

* En Rusia la agencia oficial de noticias Tass señaló que Dmitry Peskov, el poderoso portavoz del Kremlin y mano derecha de Valdimir Putin por más de veinte años, es el enfermo número 232.243. Él mismo señaló: “Confirmo que sí, me he enfermado. Estoy recibiendo tratamiento”.

Como se sabe, antes que Peskov, también contrajeron el virus el primer ministro Mijáil Mishustin y los ministros de Construcción y Cultura, Vladimir Iakushev y Olga Liubimova. Peskov aclaró que no había visto al presidente Vladímir Putin desde hace más de un mes. Él suele viajar con el mandatario y trabaja a su lado en Moscú.

En Rusia ya van 2212 muertos por covid-19. Los casos de infectados han aumentado en los últimos días, amaneciendo el 13/5 con 10.028 nuevos infectados. Casi una semana liderando las cifras de nuevos contagios en el globo…

* También en la Casa Blanca hay preocupación por la covid-19 tras dar positivo al virus una asistente del vicepresidente Mike Pence. El propio Trump, hablando con reporteros con mascarillas en el Rose Garden de la Casa Blanca, sugirió que Pence estaba en cuarentena después de que Katie Miller dio positivo. Ella encabeza la Fuerza de Tarea de Coronavirus de la Casa Blanca. Desde entonces, tres miembros del grupo de trabajo entraron en cuarentena voluntaria: el experto en enfermedades infecciosas Anthony Fauci, Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y Stephen Hahn, jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos…

* La OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un documento publicado el 30 de marzo, explican que no consideran el uso de las pruebas de anticuerpos -Wondfo- como un método adecuado para la confirmación o el diagnóstico de los nuevos casos de COVID-19. Tampoco el Instituto de Medicina Tropical de Antwerp en Bélgica.

Los médicos explicaron que uno de los problemas con las pruebas rápidas Wondfo, aplicadas en Venezuela, es que no presentan los títulos (qué cantidad de anticuerpos se han producido en la persona a la que se le toma la muestra de sangre).

Argumentó que los anticuerpos se producen de manera lenta y el doctor debe entonces interpretar el resultado con base en las características del paciente y del momento clínico en el que éste acude a la revisión. “Por ejemplo, si tú te presentas al doctor y no hay otra prueba sino la de sangre (la rápida o serológica) y te la hago, pero tú tienes tres días de enfermedad y me sale un resultado negativo, la interpretación de esa prueba es: o tú no tienes la enfermedad, o tú tienes la enfermedad y no has desarrollado anticuerpos”, detalló. “Por eso es que son importantes los títulos. Pero una prueba como esta, similar a una prueba de embarazo, que me dice sí o no, no presenta esos títulos. Entonces, tienes que aplicar la parte clínica y ver si la persona tuvo o no tuvo síntomas, pero sabemos que esta enfermedad (COVID-19) puede tener muy pocos síntomas o síntomas poco reconocibles”, agregó.

Venezuela ha estado regalando estas pruebas Wondfo a varios países del Caribe…

* Mientras aumenta la desesperación por volver a tierra, un grupo de unos 14 tripulantes inició el fin de semana una huelga de hambre en el Navigator of the Seas, un crucero de la corporación Royal Caribbean anclado en el puerto de Miami.

Los huelguistas exigen que la empresa los envíe a casa, después de haber pasado más de dos meses sin tener noticias de su eventual repatriación. “A estas alturas, nos sentimos rehenes” dijo un tripulante, bajo condición de anonimato, al diario local Miami Herald, que reportó primero la huelga. “Esta compañía tiene que entender que no somos cajas de comida que puede mover de un lado a otro”.

A mediados de marzo, todos los cruceros fueron suspendidos hasta nuevo aviso. Los que tenían pasajeros consiguieron desembarcarlos luego de complicadas negociaciones, pero los tripulantes que quedaron a bordo han estado desde entonces en un limbo.

Solamente en torno a las aguas estadounidenses hay 104 cruceros con un total de 71.900 tripulantes a bordo, confirmó la semana pasada a la AFP la Guardia Costera estadounidense. También el domingo tripulantes del Mariner of the Seas encontraron a un colega muerto de “causas naturales” en su habitación, confirmó a la AFP un portavoz de Royal Caribbean…

* Las autoridades médicas en EE. UU. están recomendando, poco a poco, hacer más actividades al aire libre, guardando la distancia entre los participantes pues han comprobado que las posibilidades de infección disminuyen en sitios abiertos donde el aire circule. Eso sí, advierten, ojo con las manillas, cerraduras o pasamanos pues el coronavirus sobrevive muchas horas en esas superficies…