Los televidentes venezolanos no pudieron seguir el regreso de “La Reina del Sur” a la programación de una cablera, y se perdieron refrescar las emociones de la narcotelenovela inspirada en una novela de Arturo PÉrez Reverte que, según críticos de América y Europa, merece competir con “El Capo” y “El Cartel de los Sapos” el superstar del subgénero.
Y las causas vinieron a través de un decreto o úkase aprobado por Conatel, que prohibió la transmisión de “La Reina…” alegando que atentaba contra la moral y las buenas costumbres, instigaba a delinquir y promovía el vicio en Venezuela, América, Europa, y Áfríca.
Y para demostrar que Conatel por -¡primera vez!- acertaba, no bien se había secado la del decreto o úkase, de Nueva York llegó la noticia de que dos venezolanos, Efraím Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, estaban detenidos en la Gran , después de haber sido sorprendidos en Haiti tratando de introducir 850 kilos de cocaína en los Estados Unidos.
De todas maneras, una noticia de las tantas que involucran a venezolanos en el de drogas y que no duraría más de dos días en los titulares, si no hubiera sido porque los narcos eran sobrinos, nada más y nada menos, que de la primera dama, Cilia Flores.
En otras palabras, que se entendía la preocupación de Conatel por “La Reina del Sur” pues ¿no resultaba claro que podían ser los jóvenes relacionados con altos funcionarios del régimen las principales víctimas en las cuales hacía esguace el narcotráfico?
No lo dice el comunicado de Conatel, pero a buen entendedor…hay que salvar lo que queda de la revolución, los restos, que son muy pocos, porque la parte más grande se la comió la corrupción, el narcotráfico y el narcolavado.
Lástima que la prohibición de “La Reina del Sur” logre muy poco, pues si la afortunada narcotelenovela quería un relanzamiento, se los dio Conatel, y ahora si, compitiendo con reinas, capos y narcos de la vida real.
Por Manuel Malaver / @MMalaverM