Y al final del , el único “dólar paralelo” y la única “economía paralela” que existen en el país son las que se creó Maduro, sin duda que para no darse mala , ni tener oportunidad de despeinarse, ni dejar de lucir esos de marcas que lo acompañan aun cuando esté declarándole la guerra a Guyana o .
Lo cierto es que hablar del dólar real hipertrofiado, o que la escasez ya le pisa los talones a la hambruna, o que el déficit de medinas ya pasa del 70 por ciento, serán temas que nunca oirán en un discurso de Maduro, ni muchos menos de un plan o programa en el cual se ataque la hiperinflación o el decrecimiento del 7 por ciento del PIB.
Pero es que, el presidente “que habla con los pájaros” tiene sus propias cifras, sus propios números, sus propios algoritmos, unos que le dicen que está bien, que como nunca los venezolanos han exponenciado sus niveles de felicidad y que eso de que se quejan y protestan en las colas es un invento de infiltrados de Henry Ramos y Julio Borges.
“Presidente” se atrevió a señalarle la otra noche un reportero de una cablera -única televisión independiente que queda en el país- pero si los infiltrados están en las colas, es porque hay colas ¿o no?”
“Claro que hay colas, pero esa el arma más criminal de la guerra económica, , pagarle a millones de personas para que vayan a hacer colas y a decir que se están muriendo de hambre.
“¿Y usted dice que son Henry Ramos y Julio Borges?
“Claro que si, porque ¿quién más iba a tener tanto dinero para movilizar millones de personas?”
Y en realidad, eso es lo que cree Maduro, porque se ha creado un mundo que no existe, pero que le sirve perfectamente para no darse mala vida, ni andar despeinado, no desprenderse de sus trajes de marca cuando le declara la guerra a Guyana o Colombia.
Por Manuel Malaver / @MMalaverM