El verdadero peligro electoral de Maduro es la unidad, no un candidato o candidata en particular, por lo que el conocimiento o desconocimiento del actor que represente ese cambio es un problema secundario para la oposición.
De esto se trataba el llamado de las fuerzas vivas del país a la unidad en el comunicado que compartimos recientemente y celebro que sea consistente con este intento.
Edmundo González o cualquiera que reciba el apoyo unitario de la PUD y MCM es un favorito en la campaña electoral y ambas partes lo saben.
Es una excelente noticia que la oposición haya decidido jugársela unida pese a sus propias divisiones internas. MCM controló inteligentemente el proceso y Manuel Rosales tomó una decisión seria y racional, que representa un sacrificio importante para el y su partido, desmontando con hechos toda esa basura que tiraron los radicales en su contra.
Ahora el balón regresa al campo del gobierno. Permitir a Edmundo González correr como candidato unitario y apoyado por MCM es el peor escenario para ellos, solo superado por el que representaría ir directo contra Machado.
La gran incertidumbre será si el gobierno decide pararlo, no permitir la formalización de su candidatura o inhabilitarlo (y aumentar la percepción de nicaraguizacion del proceso electoral, dando más argumentos a la ilegitimación de la elección y fomentando la convocatoria a la abstención) o decide competir con ese candidato unitario opositor, bajo la tesis de que será capaz de ganarle con sus recursos, fractura de candidatos opositores y control institucional (un riesgo gigante para Maduro, considerando sus costos infinitos de salida en caso de ser derrotado).
Algo que aumentaría las probabilidades de éxito es que todas las partes iniciarán de inmediato una estrategia para garantizar condiciones para que la elección no sea el inicio una guerra o un conflicto existencial, sino el inicio de un proceso integral de transformación y transición institucional, con garantías de permanencia y participación política para el ganador y los perdedores. La propuesta Petro, refrendada por Lula, de un referéndum paralelo a la elección podría ayudar mucho en ese sentido.
Este juego pasa a una nueva etapa y estamos lejos todavía del capítulo final. El sobredimensionamiento de expectativas positivas es muy peligroso porque puede conducir de nuevo a grandes frustraciones, pero el juego sigue vivo. Aún vamos a ver muchas otras sorpresas y está claro que el gobierno es cualquier cosa, menos mocho.
Pero no hay duda de que este round es de MCM.