Luis Enrique Gil: ¿Dónde está Venezuela hoy?

Luis Enrique Gil Graterol

La historia de Venezuela ha estado signada por la influencia militar. No es objeto de éste trabajo evaluar si ésta influencia haya sido para bien o para mal. Nos anima el propósito de evaluar objetivamente dónde estamos como república, en una síntesis muy ajustada de los hechos de ayer y de hoy, que nos permita dilucidar con cierta veracidad los escenarios que nos aguardan en nuestro devenir nacional.

Inicio del Andinismos.

El 23 de mayo de 1899 se inició desde Colombia una invasión a Venezuela acaudillada por Cipriano Castro, la cual tuvo como finalidad derrocar el gobierno del presidente Ignacio Andrade. Dicha campaña militar conocida como la Revolución Liberal Restauradora o la «invasión de los 60», representó la primera participación masiva de los andinos en la política nacional y la finalización de la hegemonía del Liberalismo Amarillo.

Este movimiento triunfa, por lo que el presidente Ignacio Andrade abandona el país ante el avance de Castro, quien entra en Caracas el 22 de octubre de 1899 encargándose de la Presidencia de la República hasta diciembre de 1908.

¿Qué era Venezuela ese momento? Un país devastado por las guerras intestinas, arruinado y endeudado. se dice que una de las razones para que la revolución de Cipriano Castro tuviera éxito; fue porque el único atisbo de prosperidad en Venezuela estaba ubicado en tierras andinas, los montañeses (estados Táchira, Trujillo y Mérida), de vocación muy trabajadora, habían podido, quien sabe si por la distancia, evadir la ruina casi total de Venezuela.

El Estado venezolano era desde el punto de vista económico un organismo pasivo cuyos bajos ingresos dependían fundamentalmente de los impuestos al comercio exterior, su actividad fundamentalmente agropecuaria generaba ingresos que apenas alcanzaban para mantener la burocracia y el aparato militar.

Hasta 1908, año en el cual Juan Vicente Gómez asume el poder, la historia de Venezuela es la historia del caudillismo militar y agrícola. Con aciertos y errores, va a transcurrir nuestro desarrollo como República a partir de 1830 bajo la influencia y el prestigio de grandes hombres como José Antonio Páez y Antonio Guzmán Blanco, ambos bajo la “sombra” o la “luz” heroica de Simón Bolívar, cuya huella cala en lo más hondo de nuestra nacionalidad. En tal magnitud que Venezuela lleva hoy la denominación “Bolivariana” en su nombre oficial (recuérdese que Bolívar fue militar; El Libertador)

El petróleo (1914).

El Zumaque I o MG-1 fue el primer pozo productor de petróleo en territorio venezolano. Se completó oficialmente el día 31 de julio de 1914, dando inicio formal a la producción petrolera en Venezuela. El inicio de la actividad petrolera determinó importantes cambios en el poder político del país. Surgió un Estado importante, fuerte y rico; que pasará a ser el coordinador entre los ingresos petroleros y el resto de la economía, aumentando su responsabilidad sobre el tipo de desarrollo que va a tener el país, pues de su política económica va a dependerá en gran medida el tipo de crecimiento que va a tener el país desde entonces hasta nuestros días.

Bajo la presidencia de Juan Vicente Gómez (1908 – 1935), Venezuela se convierte en país productor de petróleo y se instituyó una política petrolera liberal, con el objeto de traer el mayor volumen de capitales extranjeros, con la consecuencia de mayores beneficios para dichas empresas, obtenidos a través de las concesiones otorgadas por Gómez, sin contratiempos, a grandes plazos y bajas tasas impositivas. Tomando en cuenta esta situación, el mayor logro del gobierno Gomecista fue, pagar la deuda externa que tanto aferraba al país.

Juan Vicente Gómez, militar y andino, marca el inicio de la Venezuela moderna. Desde ese momento la historia económica venezolana estará marcada por el crecimiento en todo sentido. Infraestructura, salud, educación, calidad de vida del venezolano. Pueden realizarse diversos análisis en lo político, pero el venezolano vivió todo el siglo 20 e inicios del 21 en la “burbuja” o la fantasía petrolera. Teniendo una falsa percepción de riqueza. ¿Éramos ricos los venezolanos?  La respuesta es NO. El Estado, el Gobierno venezolano es quien era rico. Por esa razón se pudo disfrutar de una democracia pactada en 1958, que duró 40 años. La democracia la pagaba el Estado.

Quiebre de la democracia y fin de la era petrolera.

En los años 90´s se quiebra la democracia, se quiebra el pacto que la hace viable. La pugnacidad de las clases poderosas con el poder político desgastado y corrupto, o corrompido por los contubernios de clases, rompe la armonía (o ilusión de armonía, como lo hemos expresado en trabajos anteriores). Y se adviene en EL Poder el comandante Hugo Chávez Frías, de la mano de la clase poderosa y rica de Venezuela. Si, la que después tan denodadamente combatiría, la misma que lo tumba el 11 de abril de 2002.

¿Qué buscaba el venezolano cuando apoya a HChF? Evocaba la figura del militar progresista, ese “Hombre fuerte” que instaurara el orden e impulsara el bienestar. El ciudadano necesitaba o requería una “mano dura” para que resolviera los problemas de costo de la vida, inseguridad y corrupción que campeaban en los barrios y campos de Venezuela.

Tras el frustrado intento de reformar el Estado por parte de Carlos Andrés Pérez, iniciativa que le cuesta su estadía en la presidencia, el venezolano se vuelca hacia el militarismo tradicional, con la adición del populismo en el modelo que se instaura, soportado en alza de los precios del petróleo a más de 100$ por barril.

Hoy los ingresos petroleros se han reducido notablemente, a $ 35 por barril y regresan las lamentaciones por no haber “sembrado el petróleo” y constituirlo en palanca del desarrollo nacional. Y nuevamente los vaticinios de mucho de nuestros pensadores (Alberto Adriani, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Arturo Uslar Pietri) se convierte en una triste realidad;

                                «Utilizar sabiamente la riqueza petrolera para financiar su transformación en                                                     una nación moderna, próspera y estable en lo político … económico y social; o                                                          quedar, cuando el petróleo pase … como todos los sitios por donde pasa la                                                                   riqueza azarienta pasa sin arraigar, dejándonos más pobres y más tristes que antes». (Uslar, 1949))

Presencia de la FANB en el Gobierno.

La intervención estatal en todos los sectores de la vida nacional se vuelve la norma en el período que preside el comandante Hugo Chávez, y la presencia del sector militar en los diferentes ámbitos del Estado se constituye un signo distintivo de ésta etapa histórica, tal y como lo fue en la Venezuela pre-puntofijista[1], como lo hemos señalado anteriormente.

Hoy presenciamos con la influencia ya en forma clara y determinada como el sector militar asume responsabilidades de conducción en el Estado venezolano. Algunos sectores han pronunciado manifestaciones de alarma, pero estamos en presencia de algo que es absolutamente normal en nuestra historia, cuando la examinamos en su exacta dimensión. Veamos a continuación algunas opiniones al respecto, entre ellas la de Heinz Dieterich Steffan, sociólogo y analista político alemán, residente en México. Conocido por sus posiciones de izquierda y a quien se le atribuye ser uno de los pensadores más influyentes en la era de Hugo Chávez;

“Con la instalación del «Comando Nacional de la Gran Misión Abastecimiento                    Soberano y Seguro bajo el mando del Presidente de la República y del General en Jefe Vladimir Padrino López», el gobierno venezolano se ha convertido, de hecho, en un gobierno de las                        Fuerzas Armadas; con un gabinete, donde hay sólo dos decisores: el General Padrino López y el                 subteniente Diosdado Cabello. Los demás ministros son elementos prescindibles de coreografía,    encabezados por Maduro: una figura tragicómica, medio bufón, medio crucificado, que comunica las decisiones tomadas por las fracciones de poder”[2]

Creemos que Dieterich pierde de vista que bajo el mandato del presidente Chávez la FANB y sus diferentes líderes tenían ya influencia casi total y determinante en la conducción de la República. Esto es producto de la confianza que el anterior presidente depositaba en el sector militar, sobre todo después de los eventos del 11-A. Inclusive se le adjudica al propio presidente haberle dicho al Cardenal Velasco[3];

“… yo no creo en partidos, ni en el mío, solo creo en la Fuerza Armada, como       institución para sostener la República…”

De manera que lo que hoy vemos es consecuencia en primer lugar, de una dinámica muy peculiar de nuestra historia y de una singularidad del proceso político venezolano. En virtud de la cual, está en manos del General Padrino López la posibilidad de combatir la crisis que padecen los venezolanos y con la acción efectiva que pueda tener en ese cometido, la recuperación del prestigio de la institución militar, que en los últimos años ha sido duramente cuestionada por la opinión pública nacional e internacional. Nadie debería apostar al fracaso de Padrino, porque d no tener éxito, así sea mediano, la situación de Venezuela el año próximo podría ser mucho peor de lo que hoy padecemos.

Dinámica de la consolidación de la influencia militar.

“Padrino López consolida el poder militar de Venezuela”, es uno de los titulares del diario Nuevo Herald. Mucho se especula sobre el proceso en el cual el General Padrino López se consolida como uno de los actores principales del gobierno venezolano o para decirlo más ajustado a nuestro criterio; en un de los factores principales de la dinámica del poder venezolano en los próximos años. En tal sentido dos militares retirados de tendencia opositoras nos muestran sus opiniones en publicaciones del medio citado; pronuncia el general venezolano Antonio Rivero, quien se vio obligado a salir al exilio tras polémicas posiciones en torno a la situación venezolana y el teniente de la Guarida Nacional José Colina, quien preside una organización de exiliados venezolanos;

“Observadores dijeron que Padrino López parece ser el oficial que le brinda al     régimen las mayores garantías de lealtad por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana                    (FANB), pero advirtieron que la situación dentro del estamento militar sigue siendo volátil y de                                    difícil pronóstico, en momentos en que soldados y oficiales de menor graduación                                             muestran el mismo grado de descontento por la crisis económica que el resto de la población”[4]

                 “Padrino busca ejercer un mayor control porque él tiene la responsabilidad de lo que puede pasar en Venezuela”

                               “En este momento, Padrino manda sobre la definición de estos cargos dentro de la Fuerza Armada, y necesita gente afín a él”[5]

                “Ese control es necesario ante el creciente descontento detectado en los cuarteles, en vista de          que la crisis golpea a los cuadros medios con la misma intensidad que a la clase media venezolana”

                “Los oficiales están ganando casi nada, como consecuencia por el proceso hiperinflacionario por el que atraviesa la economía venezolana”[6]

En función de agregar otros elementos a éste análisis, insertemos la opinión del sociólogo Heinz Dieterich, al referirse a los actuales acontecimientos como el “objetivo estratégico y táctico del Gobierno Militar;

                “A la luz del objetivo estratégico del gobierno de facto Cabello-Padrino López, la               estratagema de entregar todo el poder a los militares (militarización), es lógica. Para cualquier observador sensible es evidente, que este objetivo estratégico está definido como «el continuismo sin Maduro». Es decir, dejar el gobierno en manos del Vicepresidente Istúriz y evitar eventuales elecciones generales. El objetivo táctico —precondición del triunfo estratégico— consiste en impedir la caída de Maduro antes del 2017. Pero, la        militarización del Estado como ultima ratio regum (último argumento/poder de los        reyes) no sólo es una maniobra lógica, desde el punto de vista del gobierno, sino un viejo ardid y una lección vital histórica para triunfar en la lucha actual por el poder” [7]

Resulta obvio determinar como táctico y de gran relevancia, la intención oficialista de evitar cualquier cambio en la presidencia ates del 2017 ya que, de no ser así, deberá convocarse a nuevas elecciones, según lo establece nuestra Constitución. Tal y como lo plantea la estrategia de la oposición con el planteamiento de activación del referéndum revocatorio. Lo que no se ve tan claro en el razonamiento de Dieterich, es que la militarización del Estado sea una estrategia diseñada o que sigue un manual táctico, nos inclinamos a pensar que la influencia militar ha estado presente desde el principio, no solo desde el gobierno del fallecido HChF, sino desde la formación misma de la República.

Viendo las cosas de éste modo pierde fuerza la teoría que explica lo que sucede en Venezuela como un diseño estratégico de la izquierda, una maniobra táctica como “pre-condición” al triunfo estratégico de la revolución al estilo Lennin. Por el contrario, cobra fuerza la tesis de la Vuelta al Caudillo[8] o la de El Gendarme necesario[9], ya que el desarrollo de los eventos actuales no se enmarca en el triunfo de la revolución alguna, sino en el ocaso de una etapa civilista que ha llevado al país a uno de sus peores momentos, solo comparables con la Venezuela pre-castrista, que dio como resultado la llegada de los andinos al poder. La cual tiene como marco de referencia la pugnacidad histórica entre quienes fundaron la era democrática con el Pacto de Puntofijo y quienes quedaron excluidos de éste.

Resulta evidente entonces, si tomamos en cuenta los siguientes presupuestos; a) Que la diatriba que ilustra la pugnacidad histórica (reciente) fue entre civiles y tuvo su origen en 1958, es decir entre puntofijistas versus comunistas (y adláteres); b) Que el sistema implantado a partir de 1998 ha sido dual y polarizado, cuya dinámica requería de una dialéctica Gobierno-Oposición, que necesariamente se planteaba en el plano civil por medio de reiteradas y frecuentes elecciones. Que estamos en presencia de la retoma del orden y la estabilidad de la República por parte de la Fuerza Armada, signo que ha estado presente en nuestra historia como un ente regulador de las relaciones de poder. Además, resulta lógico al no haber en Venezuela grupos de poder con real influencia, dada las desviaciones ya analizadas de la economía rentista petrolera, que sean los militares los quienes constituyan un ente de equilibrio en la actual coyuntura nacional, dada su alarmante magnitud.

Conclusiones.

  1. La consolidación de una realidad política en la que las Fuerzas Armadas o sus líderes tengan una preponderancia o influencia en la conducción del Estado venezolano, no es nueva, por el contrario, es lo común en la historia republicana. Lo verdaderamente novedoso fue la subordinación militar pactada al poder civil que desde 1958 hasta 1998 se denominó como el Pacto de Puntofijo.
  2. La actual crisis es el cierre histórico de una pugnacidad no resuelta desde el inicio del pacto y que, al calor del deterioro paulatino de la calidad de vida del venezolano fue dando espacio a la irrupción de factores, tanto internos como externos que terminarían por derribar la ilusión de armonía que se vivía en Venezuela, bajo el amparo de un Estado rico y mono productor y la participación de una sociedad improductiva con una sensación falsa de riqueza.
  3. El desarrollo de éste fenómeno produjo una sociedad no consiente de sus vulnerabilidades, solo pendiente de hacer negocios alrededor del Estado. Con esto se consolida un modelo político en el cual el gobierno es el medio y el fin del Poder.
  4. Este modelo lleva a clases poderosas a propender su control y auspician la toma del poder de HChF. Luego al observar que la iniciativa era errónea reaccionan en el 2002 y a partir de ese momento de desata una pugnacidad política de clases que trae como reduce el aparato productivo y la subsecuente crisis económica.
  5. La actual crisis ha tomado ribetes de alarmante y está golpeando duramente al pueblo, inclusive a los militares, quienes no se escapan de la hiperinflación y la escasez. Y el gobierno [civil-psuvista-comunista] del presidente Maduro no logra dar respuestas eficientes.
  6. La oposición no logra ensamblar una estructura adecuada para comunicarse con el poder, en este caso, el verdadero poder, el de las armas. Aun cuando la Fuerza Armada en las pasadas elecciones parlamentarias juega un rol fundamental para el reconocimiento del resultado electoral.
  7. Finalmente se impone la línea lógica en el prototipo de Estado que asienta a la república. En un Estado fuerte y una sociedad pobre y sin contrapesos eficientes frente al poder. Son los componentes de la Fuerza Armada los que le corresponderá mediante los diferentes mecanismos constitucionales tratar de responder ante la difícil situación venezolana y marchar hacia el restablecimiento del orden republicano.
  8. Lo complejo de ésta crisis y su impacto social ha llamado poderosamente la atención de la comunidad internacional y desde múltiples latitudes y desde diversos organismos se sigue milimétricamente los que sucede en nuestro país. Así que, los pasos para el desenlace de la situación nacional serán de profunda y deberán desarrollarse armónicamente en el contexto del interés geopolítico preponderante. (creemos que el tema geopolítico amerita un espacio particular para el análisis),

Referencias adicionales a nuestro análisis (Anexos).

  1. Programa “Desde La Cueva”, en el cual se analiza la designación del General Vladimir Padrino López a cargo de la gran misión Abastecimiento y sus repercusiones esperadas para la búsqueda de solución a los problemas del país. loscachicamos.com.ve

https://www.youtube.com/watch?v=06mO3nz5tPw

  1. Programa “Desde La Cueva”, Análisis Geopolítico de la situación en Turquía y el impacto de ésta dinámica sobre el futuro sobre Venezuela.

 

https://www.youtube.com/watch?v=3WTOOQYs1p4

 

  1. 10 pasos que faltan para llegar al revocatorio. María Alejandra Morales. (http://www.el-nacional.com/)

 

[1] El Pacto de Punto Fijo fue un acuerdo entre los partidos políticos venezolanos AD, Copei y URD, firmado el 31 de octubre de 1958 y se denomina como “puntofijismo” a la etapa democrática en Venezuela (1958-1998)

[2] www.aporrea.org “El Gobierno militar de Venezuela y la sombra de Allende”. 17-07.2016

[3] Ignacio Antonio Velasco García fue un el tercer Cardenal venezolano, y XIV Arzobispo de Caracas. A quien se le atribuye participación protagónica en los hechos del 11 de abril que resultan con el derrocamiento temporal de Hugo Chávez de la Presidencia.

[4] Diario Nuevo Herald. Miami. 31-07-2016

[5] Declaraciones del general retirado Antonio Rivero desde Miami.

[6] Declaraciones del teniente de la Guarida Nacional José Colina, también en el diario “El Nuevo Herald” (31-07-16)

[7]   www.aporrea.org “El Gobierno militar de Venezuela y la sombra de Allende”. 17-07.2016

[8] Nuestra tesis del determinismo del caudillo como elemento configurador del poder en Venezuela.

[9] Tesis expuesta por Laureano Vallenilla Lanz, en “Cesarismo Democrático”