A Hernánn Escarrá:
Los últimos tiempos hemos visto convertir al derecho venezolano en un recurso literario, un realismo mágico desprovisto de jurídica, solo provechoso para el ejecutivo nacional y, en progresiva medida, a los demás poderes públicos aliados a éste. Hemos visto con estupor y asombro como el máximo tribunal de ley en Venezuela manufactura sentencias expeditas con interpretaciones que hacen que en este país lo más inconstitucional sea la propia constitución.
Nos preguntamos ¿De qué nos vale tener dos poderes más que en otras naciones sí al final de cuentas solo uno de ellos se hegemoniza, creando una casta de hombres y mujeres intocables, todopoderosos? ¿Vale la pena seguir llamándonos República? Aparentemente no, porque las repúblicas democráticas tienen como característica fundamental, sine qua non, la separación de los poderes públicos, su autonomía, la plenitud de sus facultades y competencias ceñidos rigurosamente por el texto constitucional.
Nuestra constitución es extremadamente diáfana, comprensible, pecadora por traslucida, sin embargo, solo intereses apocalípticos, malsanos y clientelares de una casta política huérfana de apoyo popular, sobretodo, temerosa a la rectitud de la norma es capaz de hacer confusa su claridad, solo el servilismo a intereses contravenidos a los de la patria es capaz de amputar competencias a un poder originario, legitimo, vertebral ¡así estamos!
Estimado Dr. Escarrá, los venezolanos nos preguntamos ¿Qué pretende? ¿Es sano recomendar al Ejecutivo Nacional la reducción del periodo del actual parlamento nacional? recuerde que antes de su ascensión el 5 de enero la AN fue golpeada por el TSJ, al ser impugnados (vía express y sin actuación ni pronunciamiento del CNE) 3 diputados de la bancada opositora para evitar una mayoría capaz de promover una iniciativa de Asamblea Nacional Constituyente que pudiera así destronar desde los cimientos a aquellos que defiende su “conseja”, a quienes han conducido la nación so pena de empeorar todos los males nacionales que originaron su advenimiento al poder por allá en 1998, además, han sido responsables de la creación de otras dantescas patologías sociales como el bachaqueo, el pranismo, la intolerancia, el apartheid, entre otros.
La actual constitución posee definidos, con la diafanidad que la caracteriza, los mecanismos suficientes para afrontar de manera oportuna y cívica la actual crisis estructural que hunde a Venezuela cada vez más a prisa, pero la vil manipulación del derecho, de la institucionalidad, puede hacer que vuelvan a brotar en nuestra historia nuevas páginas de sangre, dolor y lágrimas con secuelas imborrables ¿Usted se hará cómplice de ello? En lugar de una sombría lectura entrelineada del texto constitucional, por qué mejor no aprecia el destello luminoso de su claridad y aboga por la solución racional de los problemas del país, porque sencillamente Dr. Escarrá comprar por terminal de cédula, de forma racionada, los indignantes niveles de escasez, el que asesinen más 25 mil personas por año, 90% de impunidad en crímenes, la inflación más alta del mundo, los prolíferos escándalos por corrupción y narcotráfico son claros indicadores que quienes deben acortar su mandato son quienes han conducido la nación por más de 17 años a manos llenas y generaron todo este pandemónium ¡no un poder que solo tiene 3 meses de haber asumido! Son quienes tienen 17 años en el poder los que ahora temen a la constitución, a la que yace magistral y claramente escrita… no así a la constitución novelesca que tiene sus lúgubres intérpretes, por no decir cómplices. @leandrotango