Sobre Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, pesa nuevamente una amenaza de las filas del chavismo.
La semana pasada, el presidente de la AN, Diosdado Cabello, difundió en su programa semanal una grabación ilegal de una conversación telefónica que había sostenido Mendoza con el exministro y economista venezolano, Ricardo Haussman, sobre la crisis económica y un eventual financiamiento del FMI. A partir de allí, se desató una furia roja contra el principal empresario de alimentos del país, tanto así que ante la fiscalía pedirán que sean investigados por intentar “vender la patria”.
Para el jefe de Estado, Nicolás Maduro, Mendoza cometió un “delito” que está supuestamente tipificado en el ordenamiento jurídico, en palabras de él “hablar en nombre de la patria”.
Sin embargo, abogados y economistas venezolanos coinciden que efectivamente hubo un delito, pero no ejecutado por Lorenzo Mendoza sino por el gobierno venezolano al grabar y divulgar una llamada privada, de la que por cierto no han explicado como se obtuvo.
“Lorenzo Mendoza está haciendo uso de un derecho que tiene de hablar con otra persona en relación a los problemas del país. Esto no tiene ningún sentido, al contrario, el Gobierno y los poderes públicos están utilizando una prueba completamente ilegal”, dijo a Sumarium la abogada y exmagistrada de la República, Cecilia Sosa Gómez.
Sosa remarcó que el empresario es el “único” que produce alimentos en la nación, la cual sufre una intensa crisis económica, con una escasez desaforada de productos básicos y caída en los precios petroleros.
En tal sentido, aclaró que en la legislación venezolana no está reseñado como delito el término usado por los chavistas de “vender la patria”, pero el de “traición a la patria” sí, aunque está enmarcado en unos “parámetros que no tienen nada que ver” con el caso de la llamada de Mendoza y Haussman.
Con estas declaraciones concordó el abogado y profesor de la Ucab y UCV, Gustavo Briceño, que en la llamada no se hizo mención a alguna actividad de carácter delictual.
“Simplemente están haciendo ejercicio normal de la libertad de expresión, pensamiento y comunicación sobre los problemas graves que tiene Venezuela a nivel económico. Yo considero que es grave grabar conversaciones sin la autorización de un juez y eso sí es delito y penado por las leyes y códigos penales”, declaró el jurista.
Asimismo, explicó que, si se diera el caso, la imputación a Lorenzo Mendoza “no tendría desde el punto de vista jurídico, ningún tipo de viabilidad y efectividad constitucional”.
“Traición a la patria es otra cosa, es dar dinero público a gobiernos distintos a este (…) En ningún momento Lorenzo Mendoza y Ricardo Haussman violaron la Constitución. No hay elementos delictuales”, insistió.
EL IMPACTO EN LA ECONOMÍA
Polar -refiere AP- es el mayor proveedor de alimentos del país y un blanco favorito de Maduro y su antecesor Hugo Chávez, quienes han acusado a esas empresas de tratar de sabotear la economía acaparando bienes sujetos a precios fijados por el Estado y entregarlos a delincuentes para que los contrabandeen a través de la frontera, con lo que pueden lograr ganancias enormes.
El economista José Toro Hardy habló sobre el impacto en la economía que originaria la hipotética detención de Lorenzo Mendoza.
“Agravaría la inseguridad jurídica en el país. Causaría internacionalmente un impacto enorme con respecto al respeto de las leyes en en el país, pero en segundo lugar podría desalentar a la propia Polar de seguir invirtiendo y produciendo en Venezuela; y una parte considerable de los productos que consumimos los venezolanos provienen del esfuerzo productivo de Polar”, expuso a esta redacción.
“Las encuestas indican que Polar es una empresa enormemente bien percibida por la inmensa mayoría de los venezolanos, de manera que el único efecto que esto podría tener es negativo para el gobierno”, remató.
Sumarium